del tiempo de partir
del ayer y del hoy El libro de Eclesiastés describe distintos momentos de la vida diaria donde constatamos que “ todo tiene su tiempo… y también su hora ”. Entre otras eventos describe el tiempo de nacer y el de morir, así como el de plantar y de arrancar lo plantado… y añado yo, que bajo ese principio también existe tiempo para partir y eventualmente de retornar. Ayer, el tiempo de partir fue en 2013, cuando el hijo mediano con 18 años alcanzó la oportunidad de realizar estudios fuera de la patria. La jornada académica no fue nada fácil, sumado a la aventura de dejar su casa, adaptarse a una nueva cultura y conocer un nuevo sistema de educación, sobrevinieron vicisitudes, privaciones y precariedades que no estaban programadas y que al ocurrir intempestivamente nos movieron “el piso” y amenazaron con hacernos sucumbir en el propósito. ¡Gracias a Dios! la tormenta pasó y nuestro hijo alcanzó con excelencia académica su meta en el 2016, sin olvidar agradecer a las persona