denis fernando gómez rodríguez

  Ninguna duda que este año que se va, ha sido, es y será uno de los más difíciles en cuanto a riesgo en la historia de la humanidad. Lo curioso del asunto es que antes de su final, descubren una nueva cepa del virus inesperado causante de semejante calificación, que se puede semejarsa a la calificación de alto riesgo que los organismos financieros realizan a los países que no reúnen condiciones ideales en el manejo de sus finanzas.     El año que está por irse ha dejado un sinsabor como pocos; sin embargo, una conducta ha sido constante y es la resistencia que la persona humana como enseña el derecho, para citar una rama de estudio. Lo anterior es de manera general una constante independiente de las poblaciones que han alcanzado grandes de niveles de educación o en su defecto, no han alcanzado más allá de los mínimos, no siempre deseables.     Las personas hemos bajado la guardia, nos hemos relajado   y   por tanto, desatendido por indisciplina, por cansancio, por rebeldía o por auton

  Este título se basa en el principio que se utiliza en Mercadotecnia, denominado ciclo de vida del producto, que para mi juzgamiento personal aplica de manera informal en el ámbito de los servicios. En Mercadotecnia el ciclo de vida del producto se encarga de trazar el tiempo de la introducción de los nuevos productos, su etapa de crecimiento-madurez, su etapa de decrecimiento y su etapa de salida que abre el espacio para el ingreso al mercado de las innovaciones. En el campo de la vida diaria el termino tiene una acepción en la venta de servicios en diferentes campos, como el ciclo productivo de un entrenador o de un jugador en cualquiera de los deportes conocidos; quienes deben tener el criterio suficiente para saber cual momento es el oportuno para el retiro. De igual, considero que a nivel de servicios profesionales el fin de ciclo tiene vigencia (con la salvedad de aquellas personas con una estabilidad laboral robusta, alcanzan la edad de su retiro legal). En mi experiencia

               El país transita desde tiempo atrás por niveles amplios y extensos de polarización a causa de las conductas políticas de quienes presumen ser de conservadores o progresistas y representar una amplia mayoría de la población total y que a propósito, o por “anosognosia” (como acunó el recordado Gaspar V) invisibilizan a los 4-5 de cada 10 conciudadanos que repetidamente vienen manifestándose que no son de uno, ni de otro y tampoco de ninguno de la docena más dos de institutos políticos que hoy existen por este territorio.      En el resultado de la ecuación ninguno de los bandos debe presumir de bañarse una vez al año, en el Ganges. La corrupción y la impunidad han secuestrado la dignidad de la nación, el estado de derecho y la consecuente incontinencia de respetar la ley, especialmente por quienes presumen de mayor respaldo electoral actúan. Este largo proceso genera que la totalidad de crédulos e incrédulos políticos padezca de una cierta amnesia que “enseña” con los años