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Mostrando las entradas de diciembre, 2021

del GOZO

La propaganda de consumo durante esta última temporada del año ha sido orientada, al menos por estas coordenadas temporales, a dar, amar, creer y en otros mensajes el tener gozo.   Por cierto, el mensaje del pesebre involucra “nuevas de gran gozo…”. Un gozo diferente a la alegría (porque ésta depende de las circunstancias y cuando no son favorables podemos estar tristes), un GOZO que depende del Señor, de estar bien aún cuando las circunstancias no sean las esperadas. El GOZO del Señor y en el Señor no depende de la temporalidad, tampoco de las condiciones que genere cualquier ingestión de sustancias alucinógenas, de elixires, tampoco depende de intercambio de atenciones, de presentes, de indulgencias y demás. No tiene temporalidad, ni sombra de variación, ni mutación. El GOZO dispensado desde el pesebre implica la paz de Dios y está disponible para todo aquel que cree, acepta y se arrepiente de sus pecados ante su Salvador. En Nehemías 8:10 ante la tarea y la amenaza de la adv

del Salvador

               El mensaje del pesebre también establece que nacimiento de Cristo fue motivo de nuevas noticias de gran gozo por el nacimiento en la ciudad de David, de un Salvador y Señor (San Lucas 2:11) Ese Salvador no fue reconocido, tampoco aceptado por su pueblo. No entendieron, tampoco entienden hoy, a un Redentor diferente al estereotipo esperado. Para beneficio de la humanidad en la globalidad, ese mensaje sencillo, pero incomprensible, de salvación de los pecados que nos encarcelan en no menos de 50 diferentes manifestaciones de la mera carnalidad, se extiende a todos aquellos hombres y mujeres que deseen creer en él; luego negarse a si mismos y tomar su propia cruz, para que el crezca y entonces, nosotros mengüemos en nuestros propios apetitos, deleites y dispensaciones como contrapropuestas del mensaje de salvación. El mensaje de salvación sigue firme, el Salvador también, no muta, su sacrificio sigue vigente para todas aquellas personas que creen en él, y le aceptan com

de la Paz

     El mensaje del pesebre también deja entre otros temas, el de la paz. No la paz que prometen los hombres y mujeres; esa que es motivo de excusas para iniciar conflictos bélicos o guerras, tampoco la que se intentan alcanzar desde el uso y abuso de sustancias psicodélicas y psicotrópicas, entre otras matrices que se estilan para alcanzar tal fin.      La paz que se promete y dispensa desde el pesebre, es una que tiene que ver con una relación individual que implica rendición del yo, como excepción y no como norma, ante el Dios-hombre que irrumpió en la historia de la humanidad al grado de establecer un antes y un después.      La Biblia en el libro del Profeta Isaías 9:6 identifica que el niño del pesebre será llamado Príncipe de Paz, entre cuatro nombres más. La paz que Dios ofrece sobrepasa todo entendimiento, es tan real, práctica y básica que para quiénes no le conocen personalmente por fe, la subestiman, la desprecian y la desechan. Para gozar de esta paz dispensada desde e

del pesebre

      Por estas coordenadas, como en otras, e n esta tiempo del calendario se recuerda, de manera simbólica y tradicional , por ser fechas y estaciones diferentes, el nacimiento del Mesías de la Biblia en la fe judeocristiana. Para aquellos como quien escribe autodefinido como cristiano, evangélico, protestante (todavía), confeso y practicante la celebración del nacimiento de Cristo es importante y determinante para la humanidad, esa misma que desde siempre corre de manera imprecisa y liberada en comportamientos que confirman y reconfirman desde siempre, la necesidad de la redención ofrecida desde el evento del pesebre.      El mensaje del pesebre fue y sigue siendo sencillo y como tal, ha sido y es incomprensible, inconcebible y rechazado por algunos. En esencia siendo Rey, eligió nacer como pobre, al grado que no había cupo en el mesón y fue necesario ocupar entonces, el pesebre. El modesto y desvalorado pesebre sirvió para que la humanidad tuviese memoria del nacimiento de Cristo co