Del cuento "El Rey desnudo" y una acepción...
Al
interpretar la política como el principio generador de las normas que regulan ¿o
desregulan? las costumbres, las formas y las relaciones de convivencia a nivel
general dentro de las diferentes sociedades, no dejamos de encontrarnos con
frecuencia momentos que nos hacen recordar instancias donde las minorías que
gobiernan ¿o desgobiernan?, lo hacen con las características del cuento de la
infancia como el que nos ocupa como referencia.
Nuestras sociedades inmersas
en la adulación del clientelismo, de la oportunidad política, por lo tanto, de la
“autonegación” del raciocinio, necesitan personas como el niño del cuento, que
nos hagan despertar de las campañas mediáticas que “cuasi” mitifican
mandatarios y funcionarios independiente de la ideología que “pregonen”, que embriagados
de poder, pierden el norte, el sentido, la razón y el respeto, para
confeccionar las versiones locales de sus vestidos mágicos e invisibles.
Como reza el decir “que las
circunstancias actuales, no determinan quién soy”, espero que siempre existan
niños y niñas o personas adultas, con la mentalidad de los anteriores, que no
tengan miedo a “nadar en contracorriente”, que no les importe no ser del “montón”
adormecido por conveniencia y que cuando el gobernante vista sus telas mágicas,
incumpla sus promesas, violente la Ley y las leyes (de manera burda o menos),
de manera ilegal o cuasi legal ¿…?, entre otras disfuncionalidades, griten al
mandatario que ¡Va desnudo!, aunque
probablemente escuchará, y seguirá "campante" su desfile hasta terminarlo... como el del cuento.
¡La
violación histórica y sistematizada de la Ley y de las leyes, no tiene
ideología!, pues…
Denis Fernando Gómez
Rodríguez
Honduras,
Centro América
11
de febrero de 2017
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