"Reformas electorales" ¿avances o retrocesos?

En el año de 2013 y previo a las elecciones generales de entonces, los candidatos presidenciables (una mujer y ocho hombres), firmaron un compromiso de garantías mínimas, que contó con la presencia de la cooperación internacional, con las “intenciones” de asegurar que el evento comicial inmediato se realizaría con el cumplimientos de los indicadores internacionales de elecciones democráticas y el compromiso ¿firme? de forjar “avances” orientados a equiparar las condiciones de participación electoral.

A la fecha, día y hora de este artículo, solamente se cumplieron los compromisos del control de financiamiento de las campañas políticas a través de la denominada “Ley de política limpia”, en la cual los partidos políticos han participado más como obligación que como convicción. 

En las elecciones primarias la aprobación de las alianzas en los niveles de elección popular (como “autenticación” de las decisiones administrativas ocurridas en el 2012), que el fondo, son propicias de identificar los adagios de “ser más hojas que tamal” y “las de ser como el algodón de azúcar”¿…? La reelección presidencial inmediata y continua o talvez ¿“indefinida”? y la decisión administrativa de “aprobar” u oficializar como válida la raya continua (una consigna hasta ahora “velada” no solo del partido de gobierno, sino de dos de los principales oponentes) y que por lo tanto puede avisar para futuras reformas a la inversa-“retroceso- que nos retornen al voto en la bandera del partido.

En este último tema, que bien no podrá ser la última “reforma”, los voceros oficialistas y algunas autoridades comiciales, entre otras dignidades, manifestaron en su momento que “lo que la ley no prohíbe, lo permite” y los partidos de oposición refirieron la necesidad de realizar la reforma a la ley electoral con el apoyo de 2/3 de los diputados/as en el Congreso Nacional, condición que ningún partido reune de manera particular y muy díficil de lograr en alianza estratégica con otras representaciones.

Mi juicio personal del asunto es que el principio técnico y universal de las reformas electorales, no se ha cumplido y lejos de fortalecer el sistema político electoral, le debilitan por cumplir con la sola condición de ser “reformas a la inversa”.

Para la reflexión de cultura general, de Oralia Chapa:
Pensamos en ti...
El que no sabe y sabe que no sabe, es humilde; enséñale.El que sabe y sabe que sabe, es un sabio; escúchale.El que no sabe y cree que sabe, es un soberbio; húyele.El que no sabe y no sabe que no sabe, está dormido; despiértalo.



Denis Fernando Gómez Rodríguez
6 de octubre de 2017


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