De la independencia, pero también de la "dependencia"
Por acá se celebran 197 años
de la declaración de independencia de Centroamérica de México que presumen el
inicio del cumplimiento de la libre determinación de los pueblos como derechos
humanos de tercera generación como se les conoce hoy. Desde ese septiembre se
conmemora una cierta independencia del dominio y la injerencia de cualquier otro
país y se establece la República libre, soberana e independiente.
Pese a ese gran esfuerzo regional de ser independientes , no ha sido directamente proporcional a lo
interno, no hemos todavía logrado independizarnos del acto de cambiar espejos
por confianza y que han definido y siguen definiendo los modelos de conducta
social forjados en la desvaloración de lo nuestro y la sobrevaloración de lo
ajeno, en el engaño, el derramamiento de sangre, la farsa, la usura, la
corrupción, la impunidad, la descalificación mutua y prematura, el sectarismo y
de lo que ahora se conoce como cualquier otra denominación que usted y yo identifiquemos
en la modernidad, como las disfuncionalidades diarias que nos mantienen
rezagados del desarrollo económico, pero también del moral, del cívico y del
democrático.
Las instituciones educativas rendirán
sus tributos a la Patria con bandas de guerra, con “pomponeras/porristas”, “palillonas”
y pelotones, recordando las gestas de independencia de los próceres, de los
héroes de ayer, unos aguerridos y valientes, otros estadistas, otros
intelectuales, otros probos, pero todos mortales. Llegará el final de la tarde
y la cadencia del ritmo particular cesará, reapareciendo los líderes y
seudolíderes modernos asumiendo posiciones y condiciones con las que
naturalmente no cuentan y continuarán sus esfuerzos por auto-mitificarse y
cuando no les alcance, aparecerán los más próximos para continuar el proceso de "cuasimitificación" y entonces las personas seguirán perdiendo su razón y la sensatez y se
desbordarán como la sumatoria mayor a la decisión del gran conglomerado que es
quien realmente manda, cuando lo dejan y no lo capturan.
El día después la vida continuará
y nos encontraremos con el reto y con la tarea de siempre, la de buscar la
independencia de las disfuncionalidades diarias e internas que nos provocan las
percepciones que siempre el patio del vecino será mayor que el nuestro, que el
foráneo conoce más que el local y que para hacer gestión pública ocupamos la
cooperación. En la mayoría de las ocasiones, tristemente deseando que sean “prótesis”
y no “ortesis” y de repente por iniciativa propia o por exigencia seguiremos
cediendo la soberanía en la multitud de dimensiones, porque el adagio popular
(no científico, ni académico, pero siempre enmarcando una realidad) menciona
que “quien paga los músicos, selecciona la canción”.
Un voto no rural ¿o talvez sí?
por lo novedoso en el catálogo electoral, pero también por lo determinante y categórico,
para lograr el reto de independizarnos al interno, cumpliendo la tarea de ser real y no ficción. Si sigue siendo la última, no dudo que Alicia pedirá la
nacionalidad para habitar entre nosotros.
De Mafalda: “La educación es la
vacuna contra la violencia y la ignorancia”
De donde ahora existen “vacas
intelectuales”, pero siempre han existido “vacas políticas”... y ambas no tienen ideología, ¡que
conste!
Denis Fernando Gómez
Rodríguez
14 de septiembre de
2018
A
dos días de los once años de vida de Karla Estefanía
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