del "estrabismo" local


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El estrabismo es una enfermedad o trastorno que causa que los ojos no miren exactamente en la misma dirección al mismo tiempo. A las personas que padecen de esta disfuncionalidad se le llama “bizco” y tal defecto se corrige con el uso de lentes.

Como una “teoría” muy personal, considero que después de la conquista, como sociedad, “heredamos” una acepción de la misma que nos ocasiona hasta la fecha, que siempre que buscamos con nuestra vista, en nuestros esfuerzos nativos, tengamos que “pensar” y de “buscar” otras opciones de solución a nuestros históricos problemas y se dirige la mirada hacia afuera, donde hablan y lucen diferente, porque siempre “el pasto del vecino es más verde que el nuestro” y ante la falta de logros y reconocimientos locales, nos alegramos con los de los “vecinos”, debido a que nosotros no solemos como regla avanzar, sino como excepción y nos quedamos y en el peor de los escenarios nos rezagamos y entonces nuestra mirada busca lo externo como la panacea a nuestros males estructurales promovidos por esas minorías que perviven a causa de la ignorancia y el desconocimiento en todos los campos del saber de esas mayorías que son sojuzgadas y están adormitadas.

“Así somos”, “así se hacen las cosas por acá”; esa es la cultura organizacional diríamos en el ámbito del desarrollo organizacional. Ante cada crisis creada por las fuerzas personales o grupales, aparece u síntoma de “no podemos”, “no creemos” y aparece un grito desgarrador de auxilio y de ingente necesidad de "importar" el conocimiento, la experiencia y la confianza.

La crisis nacional afecta la economía, la educación, la seguridad, el estado de derecho ¿o el estado al revés? Y cada una del resto de las áreas que una nación debe atender. Las “fuerzas”, una reales y otras “ficticias”, unas políticas y otras “cuasi”, apelan a la sapiencia y al conocimiento foráneo, a las bibliografías, a las experiencias comparadas, a los manuales y a las personalidades, una con experiencia real y otras sin ella, para encontrar las fórmulas de redacción que no existen como tal y se olvidan ¿por desconocimiento o por omisión? de la necesaria “tropicalización” de las ideas o como dicen los sociólogos de la contextualización de cada “receta”, de cada “sueño”, de cada condición ideal, pero no necesariamente real y posible en esta realidad que no siempre es afable, que es triste porque a mayor ignorancia mayor manipulación.

En la teoría las “fuerzas” (de acuerdo al nuevo catálogo externo) son “diferentes” en ideología o al menos en consignas, pero en la “praxis” corrupta e impune son iguales, casi idénticas y entonces se coluden, saquean el erario en “alianzas” de manera alterna, a veces continua y en todos los casos de manera indefinida, sin importar la ideología,

Por lo visto y escuchado la “ayuda” vendrá por diferentes instancias para catalizar las soluciones, para prestar confianza (que desde ya días es de menos 200%) y con un ojo, miraremos con un cierto desprecio y descalificación a lo local y con el otro, miraremos con sobrestimación a lo foráneo… y de repente ¿quizás no? ojalá me equivoque, entonces se repetirá el intercambio de espejos por confianza como cuando nuestra historia inició.

Si la acepción al estrabismo no es real, será “ficción” y de esta última hay sobreoferta y sobredemanda.

“El maestro enseña lo que sabe, pero solamente reproduce lo que él, es” … ¡que conste!


Denis Fernando Gómez Rodríguez
28 de septiembre de 2018
De cuando la exigencia doctoral no es directamente proporcional al “percutor” oral por baja escolaridad.



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