"después del trueno..."
Los adagios y los refranes no
son académicos, científicos, técnicos pero siempre encierran enseñanzas de la
cotidianidad. Uno de ellos, el que nos ocupa: “después del trueno, Jesús, María”,
da a entender que previo a las consecuencias no tan positivas o bonancibles de
una decisión y el requerimiento de ayuda, se pudo haber evitado las mismas,
tomando otro tipo de acción.
Por estos lares y sus
coordenadas geográficas, desde hace más de nueve años se ha incrementado la práctica
de la “mayoría mecánica” desde el partido gobernante, obviando a propósito el
principio limitante de las mayorías, que enuncia que en democracia, las
minorías cuentan.
Esa omisión ha desencadenado una
mayor recurrencia de la práctica de aprobar leyes a su antojo y medida propia,
acompañados de la facción del partido “mancuerna” y con la adhesión de otros
institutos que cogobiernan.
Semanas atrás con la
aprobación mecánica de los decretos en el área educativa y en el área de la
salud, sin consideran a los gremios interesados ¿y por qué no afectados? con
tales medidas, catalizaron una de las protestas de mayor convocatoria y con
mayor repercusión nacional al responder desde una plataforma reivindicativa de
los derechos que presumen “amenazados” por las insinuaciones de privatización que
el gobernante y el partido son acusados de anhelar concretar.
Los educadores, los galenos y salubristas
salieron a las calles a defender sus posiciones de empleo y de funciones; con
ellos o “con los otros” también una banda de anárquicos que al son de la
protesta y en medio de la represión estatal delinquen impunemente, como la
mayoría de delincuentes incluidos los de cuello blanco.
Después de la quema del
patrimonio privado y del Estado por las versiones locales de Nerón, los
comparsas legislativos aparecieron cínicamente compungidos y se comprometieron
a la no ratificación de los decretos catalizadores del caos y de la anarquía… y
creo yo, de la anarquía controlada que en su momento comento Keith Andrews,
durante su estancia como Director en una Institución educativa superior agrícola
que como país albergamos.
La movilización… y los daños
provocaron que los decretos no fueron ratificados, probablemente tampoco descartados
(la costumbre lamentable por acá, es que no todo se debe, PERO TODO SE PUEDE).
La posición mediática del jefe
legislativo y también del mandatario (homologados como los poderes) es que se
van a sentar a dialogar, sino por convicción, por obligación. El problema es
que la cultura del diálogo no existe, por no somos democráticamente educados y
por lo visto desde siempre y hasta la hora y fecha de este comentario, tampoco
hay un interés que trascienda a la opacidad, la malicia y el despropósito
nacional.
Esperemos
que reaparezcan tristemente célebres votos rurales para que la mala costumbre
cambie a favor de la colectividad y en especial de aquel porcentaje altamente
significativo de compatriotas que no pertenecen a ninguno de los diez partidos
legalmente inscritos, ni de aquellos seis o más que “asoman”, pero que cuando
las crisis aparecen sufren también las consecuencias. De ser real lo anterior,
un escenario poco probable, pero deseable es que los que gobiernan y legislan no
sigan tomando decisiones impopulares y en ocasiones cosméticas como las
interventoras, lo hagan sin consultar, “sin dialogar”; que los gremios
confrontados hagan aportes desde una relectura de sus aciertos y sus “desaciertos”
y entonces el pueblo que siempre es y será la mayoría se sienta representado
por los actores y actrices de la administración y de la gestión del estado y
pasemos de los sofismas a las verdades plenas para que el adagio que nos ocupa
se declare por la sala de lo constitucional como “deshabilitado” o “suspendido”
como la reelección, pero también el continuismo en la Constitución y la desinscripción
de partidos políticos en el artículo 96 de la ley electoral.
“El
maestro enseña lo que sabe, pero solamente reproduce lo que él es”
Denis Fernando Gómez
Rodríguez
Tegucigalpa
11 de mayo de 2019
Un
día del día de las madres: ¡Felicidades Sandra por ser madre de nuestros tres!
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