de "asaltos" y modalidades
Por
estas coordenadas geográficas, semanas atrás, se llevó a cabo una discusión
mediata que sonó a “denuncia” por parte de quien gobierna que existen grupos políticos
y sociales que desean e intentan “asaltar” el poder.
Un
asalto se define criminalmente, entre otras acepciones como: (1) un ataque a un sitio para entrar,
conquistar y robar; (2) o un ataque contra una persona con intención de robar e
inferirle daño.
En la
acepción política que provoca este comentario, un asalto puede ser violento,
pero también puede ser perpetrado con subterfugios y artilugios. En el caso de
la denuncia y queja se evoca a tomar el poder con el uso de la fuerza, de la
insurrección del artículo 4 constitucional, de las “disfuncionales de origen” ¿o
de interpretación? que derivan en caos/saqueos en el muy predecible y recurrente
escenario.
Sin
criminalizar la protesta, pero tampoco justificar la anarquía, reconocemos que
han existido manifestaciones pacíficas como regla y como excepción de la misma,
y otras han terminado en violencia, caos
y saqueos por grupos de choque extremos por ideología o por modus operandi y vivendi.
Independiente de la manifestación se contrarrestan con violencia desproporcionada,
por el uso de gas pimienta o “bombas lacrimógenas” (no “lagrimógenas”),
al grado que para justificar su uso y “abuso”, un alto personero culpó al
viento, cuando las mismas alcanzaron a un grupo de niños y jóvenes en un centro
educativo mientras recibían la enseñanza acostumbrada.
Entendido
es que “la violencia genera violencia”, pero se hace poco o ningún reflexión
acerca de que la violencia, puede motivarse desde esos asaltos violentos pero “pasivos”,
generados por el abuso del poder, por la cooptación de los poderes del Estado y
de la llamada institucionalidad que han
ido erosionando los que en su intento por gobernar, han desgobernado (sin excepciones ideológicas), con
su alta discrecionalidad y omisión perniciosa del cumplimiento de la carta
magna, que en alguna instancia han “perjurado” defenderla y respetarla como un
acto de los más placébicos que desde ya tiempo, por ahora y por lo pronto, nos
adormece, “atonta” y nos provoca “fingir
demencia”, en el mejor de los escenarios y en el peor… padecerla.
Por estas
coordenadas no debemos, aunque podemos, pasar por alto que el adagio popular
dice que para pelear se ocupan dos (nadie pelea solo y con lo haga es fuerte
candidato a una evaluación psiquiátrica) y sin duda que la cuasi-insurrección
ha sido generada, entre otras motivaciones, por las diferentes modalidades de
asalto constitucional como judicializar el continuismo y otros excesos
justificados desde una “moral de situación” que provoca epítetos de una propia
simulación del estado de derecho… ¿y del estado al revés? que nos causa los
atrasos históricos de ayer, con plena vigencia hoy y nos ocasiona vivir pasajes
de estados primarios de procura de una democracia incipiente, adornada de una nueva
especia de idolatría/veneración a “santos que miccionan”, con la preservación
histórica de la enquistada corrupción y a la escasamente minada impunidad, por
ahora y por lo pronto.
Sin duda
que la denuncia ejecutivamente seguirá, identificando a las personas y grupos
que por la “insurrección” desean, pretenden y buscan "asaltar el poder", pero en
contraposición y como lo escribió el recordado Gaspar Vallecillo, demostrarán su anosognosia (no darse cuenta del mal visible que se padece) y omitirán la violencia pasiva que han *profesionalizado” de manera dedicada los que hoy continúan
de manera irresistible, inmediata e indefinida.
Como
escribe Oralia Chapa
Pensamos en ti
El que no sabe y sabe que no sabe, es humilde; enséñale.
El que sabe y sabe que sabe, es un sabio; escúchale.
El que no sabe y cree que sabe, es un soberbio; húyele.
El que no sabe y no sabe que sabe, está dormido; despiértalo.
El que no sabe y sabe que no sabe, es humilde; enséñale.
El que sabe y sabe que sabe, es un sabio; escúchale.
El que no sabe y cree que sabe, es un soberbio; húyele.
El que no sabe y no sabe que sabe, está dormido; despiértalo.
Denis Fernando Gómez Rodríguez
Tegucigalpa,
Honduras; Centro América
3 de octubre
De donde
se celebra el natalicio del Prócer Morazán y días después: el de las tías
Sandra, Karla y quien escribe. ¡Feliz cumpleaños a Ustedes y a mí!
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