de la Patria

 Hoy se han celebrado 201 años de independencia Patria. La misma identificada como el lugar con vínculos jurídicos, históricos y afectivos, donde hemos nacido y por lo tanto, tenemos el derecho a la nacionalidad y a un nombre. 

La patria en su amplio sentido de pertenencia a nivel de la población general, no le pertenece “privadamente” a ningún ciudadano, grupo o colectividad, como suele reclamarse desde la propaganda partidaria-partidista sin distinción partidaria por quienes han sistemáticamente desgobernado o desgobiernan como acto fallido a la función constitucional de gobernar. 

 

La Patria es de todos los ciudadanos que habitamos este país, de aquellos que somos miembros de partidos políticos y de los 4-5 de cada 10 hondureños, que no son afectos, menos miembros o integrantes de ninguna institución partidaria. Por lo tanto, no se debe asumir lo contrario y confundir la posición de un gobierno partidista y una Patria de todos y para todos.  

 

201 años después los rezagos son los mismos, solamente cambian cuatro años, los actores y las actrices quienes intentan responder a los mismos con el cambio cosmético de nombres de las actividades, de consignas y otras excentricidades que al final, no responden en lo mínimo a los problemas estructurales causados sin distingo de ideología desde la fundación del estado hasta la fecha, día y hora de este comentario, con los claros-oscuros que tal consigna implica, ocupa y por qué no, preocupa. 

 

Con la consigna de una Patria libre, soberana e independiente queda todavía pendiente la concreción de ser libre económicamente, restringida desde siempre por el secuestro y saqueo bicentenario de oligarquías y aristocracias multipartidarias y peor, por la conformación e instalación de cofradías en su acepción más perversa. De igual, por la ausencia programada de una soberanía real, legítima y genuina, con la restricción que ocasiona la ayuda asistencialista internacional (sea de pensamiento liberal, progresista o conservadora) que cumple con el decir aquel “el que paga la fiesta, selecciona la música” y como tal, la ausencia de la independencia que se presume en la retórica, pero que la práctica niega por la dependencia a la gran potencia, pero que en su defecto, podría ser a cualquiera otra, independientemente de la ideología. En esencia, solamente se decide de quien se depende, cómo y cuándo, nada más (!) 

 

Sin duda, el listado de temas pendientes puede ampliarse, pero de momento, lo dejamos pendiente porque con el lema nos basta. Las carencias son muchos 201 anos después, las respuestas inexistentes. En tanto, copiando las conductas comunes de los últimos 12 anos, hoy se ha escuchado a un célebre “cuasi-mitificando” a su líder, comparándolo con la figura del prócer prestigiado, como para dar continuidad a las ideas políticas ectópicas recurrentes, multivariadas y también plurales.  

 

Por lo pronto, seguimos a la espera de los asomos de cambios concretos en las costumbres metásticas de saqueo y desgobiernos sistémicos y sistematizados, disímiles en el discurso-en la retórica, pero son símiles-iguales o de repente peores, en sus prácticas cotidianas en el mal uso y abuso del poder.  

 

Que los intentos por refundar la Patria sean concretos e indubitables y comencemos a transitar el camino que dicta el lema: libre, soberana e independiente. 

 

“La independencia absoluta es nuestro primer derecho y el fundamento de los demás”: José Cecilio del Valle 

 

 

Denis Fernando Gómez Rodríguez 

Honduras; Centro América 

15 de septiembre de 2022 

 

Y el 24 de mes, José Eduardo celebrará un año más de vida, ¡felicitaciones! Hijo. Filipenses 1:6 

 

 

   

 

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