“de tín marín de do pingué…”

 Por estas coordenadas geográficas, era común escuchar esta rima a nivel de las reuniones de vecinos en los barrios, en las colonias y en las escuelas. La rima acompañaba y a lo mejor todavía acompaña un juego de común que buscaba aplicar una penitencia, también de aplicación en exámenes donde a falta de ciencia, se aplicaba la “suerte” como mecanismo de respuesta que de repente, además, todavía se aplique y como la búsqueda de culpabilidad ante la negativa de admisión de la falta, cuando se dejaba escapar en el ambiente una flatulencia “anónima” caracterizada por un fétido olor a-su-cena…-de anoche.-

Otra acepción ha sido en el ejercicio politiquero y sus intentos políticos por gobernar que tienen un bicentenario de historia, más los meses que nos ocupan a la fecha, día y hora de este comentario personal. Por acá, nos hemos pasado escuchando que quienes desean “des”-gobernar independientemente de la retórica conservadora, de la liberal o de la progresista, de la refundacional-refundicional y demás del amplio espectro que nos ocupa tienen todas las respuestas dentro de su programa de publicidad engañosa de 200 años y más, pero al llegar al ejercicio del poder se quejan de que les cambiaron de última hora todas las preguntas y que los desaciertos por incapacidad o por ausencia de verdaderas respuestas para dar soluciones están ausentes por disfuncionalidades de origen son culta de todos los demás, menos de quienes fingen demencia no senil en los intentos infructuosos por administrar el país y entonces al no gobernar, nos desgobiernan como parte de un complot-sabotaje partidario-partidista y sectario, capaz de causar una explosión que refunda, pero también una implosión al interno.

Bajo esta acepción de no aceptar la culpa por omisión perniciosa, por incapacidad gerencial o por incompetencia para ejercer el cargo para dar soluciones a los problemas, los tetes de la rima en alusión, son los que se fueron y ojalá no regresen tan pronto, son los que no piensan como nosotros y son todos los demás, menos los que desgobiernan. Y así los que conducen el automotor de la Nación, siguen ¿“avanzando”?, a paso con cadencia de desfile de cadete militar, no de pelotón, observando por el retrovisor como culpando al tete del triste y ominoso recién pasado sin ningún asomo de ventaja comparativa y profundizando las honduras que habitamos y transitamos.

En 200 años y más, los desaciertos y sus resultados dantescos se “fortalecen” y crecen como la levadura y las aparentes soluciones se vuelven ineficaces por diseño original, labradas en una moral de situación cada día más precaria, en una omisión perniciosa, en una omisión perniciosa y cínica que son de interés partidario que no tiene ideología, solamente planes de no compartir el poder y de repente… quedarse a perpetuidad y nos “condenan” a una acepción de cárcel que nos priva de la libertad para gozar del desarrollo y de la paz que el Estado debe tutelar.

En los acontecimientos carcelarios como el reciente, los culpables por acción u omisión han recurrido al ritmo de “tin marín de dos pingüé, cúcara, mácara, títere fue, yo no fui, fue teté, pégale, pégale, al quien fue” y todos los demás seremos culpables, saboteadores y demás, para entonces avizorar un hecho más de violación del derecho a la vida revestido con la impunidad-impune que no tiene ideología y es patentada bicentenariamente y más.

El gobierno debe releer las recomendaciones que organismos internacionales has presentado para mejorar la endeble, fatídica y precaria administración de las cárceles y no olvidar por omisión promover las compras directas para la emergencia, es abrir ventanas y puertas para corrupción, especialmente cuando los mecanismos del estado son cosméticos “aplicados” en las horas de luz y “retirados” en las horas de la oscuridad de la premeditación, la alevosía y la ventaja.

De donde la experiencia de trabajar con difuntos no es igual, ni equivalente a trabajar con “vivos”.

Una moción para que los diputados eliminen la IMPUNIDAD por decreto legislativo, como asomo de interés genuino y no de solamente “retórica”, tal vez previa a la promesa de campaña, de momento placébico, de la instalación de la CICIH  

Al cierre: 

“Entre las diversas maneras de matar la libertad, no hay ninguna más homicida para la república que la impunidad del crimen o la proscripción de la virtud.” Francisco de Miranda




Denis Fernando Gómez Rodríguez

Honduras; Centro América

23 de junio de 2023


E-books en Amazon.com
Pulso de la Nación-primera parte: de la democracia criolla ¿ficción o realidad?
Pulso de la Nación-segunda parte: de la democracia electorera ¿ficción o realidad?


  


Comentarios

Entradas más populares de este blog

Hasta después doña Gabriela

de Alicia y sus intenciones de nacionalizarse

de la percepción