“canibalismo primario”
La antropofagia, conocida como canibalismo, es la práctica de los seres humanos cuando comen carne de su propia especie. Hago una acepción del término para la práctica política por estas coordenadas geográficas, especialmente como una etiqueta #Canibalismo político, representando y resumiendo la eventual, “lucha” de los ciudadanos (mujeres y varones) que aspiran a cargos de elección popular, en los diferentes movimientos internos en los partidos políticos mayoritarios que se han convocado para la elección del próximo domingo 09 de marzo de 2025.
Las elecciones primarias
y en especial su financiamiento por parte del estado tienen como excusa la de
mejorar la democracia interna de los partidos políticos, condición que a la
hora, fecha y día, personalmente, no he logrado constatar como estilan en
algunos espacios “no tengo pruebas, pero tampoco dudas”. Lo que si es verificable
en este proceso primario, es que el oficialismo de los tres partidos políticos
tiene su precandidato presidencial preferido y por aquello de los “placebos”,
permiten la manifestación de otras manifestaciones que aspiren a ganar contra
viento y marea.
En el partido Liberal, es
donde existe la mayor competencia por ser candidato presidencial (como
razón suficiente para validar la elección), por lo tanto, se han asomado acusaciones
y contra acusaciones en dos de sus precandidatos, que de no ser de “compadre
hablado” como decimos por estas coordenadas, dificultará el allanamiento de la
conducta histórica de los ultimo doce años, de desencuentros irreconciliables
que restringen el reagrupamiento y apoyo de quienes no ganan y han causado las
escisiones que hoy padecen partidariamente.
Esperemos que los
seguidores de cada uno de los aspirantes presidenciales, al final de la jornada,
independientemente de cada precandidato presidencial, logren el manejo adecuado
de las diferencias y se sumen (en cumplimiento del dicho aquel que ninguno de
nosotros individualmente es tan bueno como todos juntos) para tener la
oportunidad, en el escenario ideal, de abrir espacios para una “coalición” que
les permita la sinergia para potenciar las aspiraciones de retornar al
ejercicio del poder desde el ejecutivo.
En el partido Nacional,
la “batalla” está entre “#traiciones”, “#ventas”, “#cinismos” e #improvisaciones,
entre otras etiquetas. De acuerdo con lo que se lee y escucha, también son un
partido, “partido”, que pese a sus desgobiernos de doce años tiene una base “fiel”
que lucha por que el desgaste de ser desgobierno, no los condene al ostracismo
que merecen.
De acuerdo con el patrón
histórico de conducta, sus correligionarios son más obedientes que los de sus
adversarios, pero como las coyunturas cambian, no debe descartarse que los que
no acepten el triunfo de quien gane, busque refugio en otras instancias ideológicamente
diferentes, al menos en “pareceres” (aunque la sal y al azúcar se parecen).
En el partido Libertad y
Refundación “niegan”, por omisión perniciosa, que gobernar desgasta, como
condición “sine quanon”, sumada a la ineficiencia e inoperancia de un proyecto de
ejercicio del poder que hace eco del sentir aquel de que “cuando tenían todas
las respuestas, les cambiaron todas las preguntas” como prueba indubitable de
lo errático y patético de sus letanías de siempre y de su falta de
consistencia, congruencia y contundencia de su discurso refundacional que
semeja más a “refundición” por ausencia de competencias y de habilidades que se
sobrepongan a las prácticas partidistas-sectarias que eventualmente, pueden con
su “furor” incendiario, “alumbren” un
edificio público, o uno privado, que sea nacional o internacional.
En el nivel presidencial
no existe competencia (no cumple con el requisito de la elección), semeja a la
batalla coloquial de “burro amarrado contra tigre suelto”, donde la víctima
busca una cuota de poder y cuando la alcance, por mínima que sea, será
suficiente para cumplir los sueños del aquelarre que el precandidato invoca.
Las elecciones primarias
no dejen de reflejar las divisiones internas y las diferentes aspiraciones que
les provocan acciones propias de un “#canibalismo primario” que se contrapone a
otro dicho popular de que “perro, no come perro”.
Al final del evento
electoral, cunado se publiquen los resultados finales, daremos fe si los 2,000,000.00
millones de Lempiras, más los presupuestos para política limpia, más lo del
Tribunal de Justicia Electoral y el de las Fuerzas Armadas, fue gasto como
norma o inversión como excepción a la regla.
Al cierre:
“El poder
depositado en las manos de los legisladores no es absoluto. Debe arreglarse a
los principios eternos de justicia, debe respetar los derechos y garantías de
los ciudadanos, debe hacer contrapesos que aseguren de modo posible el
equilibrio de la razón.” José Trinidad Cabañas
Denis
Fernando Gómez Rodríguez
Honduras-Centro
América
26 de febrero
de 2025
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