“El burro hablando de orejas”
La frase que sirve de título a este comentario se utiliza para señalar la falta de autoridad moral o la incongruencia de alguna persona al momento de brindar alguna opinión o crítica sobre un tema en específico o sobre alguna persona en algún momento de su función pública o en su vida privada. La expresión se usa para identificar a una persona que señala en otros algo que también le aplica, en franca omisión perniciosa que le hace fingir demencia y por lo tanto, le permite señalar sin reparos en la incongruencia de sus juicios, valoraciones y por qué no, de las solicitudes de en enmiendas de conductas que curiosamente reproduce, pero niega.
“El burro hablando de
orejas” tiene un amplio rango de aplicación en la vida cotidiana. Para los
efectos inmediatos, la acepción en la práctica política vernácula por estas
coordenadas geográficas provoca que una considerable cantidad de figuras que
hacen práctica política criolla y electorera, presenten sus “listas de deseos” de
sus “sueños (o pesadillas) de sus inquietudes, de sus anhelos por imponer sus
posturas en el cambio de conducta de personas en condición de oponentes
políticos (no enemigos), omitiendo perniciosamente tener sus propios síntomas
de sus padecimientos fingiendo demencia… y no senil, por ser natural.
La prensa ha consultado hoy,
sobre la solicitud de renuncia de una persona que representa la autoridad
electoral, reclamo público presentado por una funcionaria pública a nivel de
Secretaria de Estado y a la vez, candidata electa para la presidencia de la
república por el partido oficialista de gobierno, obviando que un sector de la
población, no afín a su partido, de igual, ha solicitado su renuncia a la
gestión pública que todavía ostenta, y de igual manera han solicitado la
renuncia de su candidato a designado presidencial y Canciller de la República,
así como a quien la llamada oposición identifica como “compa” a quien dirige las
fuerzas armadas, entre otros personalidades en la gestión pública. Por lo cual,
se considera que en la solicitud pública reciente de la renuncia de la consejera
presidente del CNE, le aplica la expresión que da origen a estas líneas.
“El burro hablando de
orejas”, es una expresión ambidiestra (aplica a quienes dicen ser de derecha, a
los que dicen ser de izquierda y a quienes en el espectro de esos extremos se
identifiquen). Por lo tanto, podemos escribir que tampoco tiene ideología y es
el reflejo de una práctica política, por acepción, que refleja la
incongruencia, el cinismo y los demás epítetos identificables que existen y
existan.
Considerando al burro-asno
y sus orejas largas y su utilidad de carga, de transporte por su fuerza,
resistencia y su utilidad como guardianes al detectar y anunciar cuando detectan depredadores en las granjas, resta
presentar las excusas a la especie animal por tan singular comparación con la
inveterada conducta que a nivel general y en el nivel particula (práctica
política) los “sapiens” nos delatamos, poe el cinismo, la incongruencia y en fingir
demencia, antes de padecerla.
Al
cierre:
“Uno
de los más grandes errores es juzgar a los políticos y sus programas por sus
intenciones, en vez que por sus resultados”. Milton Friedman
De donde
el insulto y la acusación genérica ambidiestra-amdextro lleva como apellido: Capaz
y por nombre: Inca.
Denis Fernando Gómez Rodríguez
Honduras-Centro América
28 de marzo de 2025
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