“de las maletas listas”...
... y "echadas"
El título corresponde al aviso-anuncio que semanas atrás el entonces vocero de la misión internacional de acompañamiento contra la corrupción y la impunidad, anunciará públicamente “tengo las maletas hechas”, como advertencia a las constantes y más frecuentes obstáculos (visibles e invisibles) que cerca de dos años han tenido que “superar” ¿o intentarlo? en la lucha contra la histórica y enquistada cultura de corrupción e impunidad que en esta zona geográfica nos agobia como regla, con la imperceptible excepción de resultados poco significativos producto del interés político por reducir la misma.
El título corresponde al aviso-anuncio que semanas atrás el entonces vocero de la misión internacional de acompañamiento contra la corrupción y la impunidad, anunciará públicamente “tengo las maletas hechas”, como advertencia a las constantes y más frecuentes obstáculos (visibles e invisibles) que cerca de dos años han tenido que “superar” ¿o intentarlo? en la lucha contra la histórica y enquistada cultura de corrupción e impunidad que en esta zona geográfica nos agobia como regla, con la imperceptible excepción de resultados poco significativos producto del interés político por reducir la misma.
Las declaraciones del entonces vocero de
la misión internacional son consecuentes con las advertencias que el convenio firmado
del 2016, que permitió la aparición por cuatro años del organismo “neonato” como
la panacea a la solución de “todos y
cada uno de los problemas del país” (de acuerdo al imaginario popular y al
agobio que el binomio corrupción-impunidad causa a nivel de la población)
Entre otros detalles del pacto firmado, se identifican las
motivaciones orientadas a la necesidad de acompañar y fortalecer el aparato de
justicia, los mecanismos de prevención y combate del histórico binomio flagelar,
entendiendo que la transparencia del gobierno es un componente básico del
ejercicio de la democracia.
Como objetivos la misión de
acompañamiento recibirá el apoyo para el cumplimiento de los compromisos internacionales
en la materia y en aquellas propuestas y recomendaciones de reformas judiciales
consecuentes con la lucha contra el binomio disfuncional “metastizado”, entre
otros.
Las cuatro grandes áreas de atención son : (1) La prevención
y combate a la corrupción, (2) la reforma de la justicia penal, (3) la reforma
político-electoral y (4) la seguridad pública.
Entre las competencias de la misión de acompañamiento, se
establecen la independencia-autonomía plena, la colaboración de la
institucionalidad local en la materia de sus competencias y en el caso de
encontrar obstáculos se intentará de manera gradual realizar las enmiendas ante
las instancias pertinentes, que eliminen los subterfugios para el cumplimiento
de lo acordado.
El gobierno se obliga concretar las garantías para la libre
movilización y acceso del territorio nacional sin restricción alguna,
garantizando el pleno acceso a la información, material documental requerido y
la colaboración irrestricta de los poderes del Estado, de las entidades y
autoridades locales y nacionales.
Para efectos de la coordinación administrativa, la misión
internacional contará con un vocero responsable general, que cumplirá con la
representación nacional e internacional.
El financiamiento del “neonato” internacional ¿o “mortinato”?
se realizará con la contribución de la comunidad internacional.
El convenio establece si el gobierno no coopera, la
Secretaría General de la Organización de Estados Americanos tiene el derecho para
retirar la misión del país la misión. Otra causal puede constituir la iliquidez
financiera de la misma.
El acuerdo podrá darse por concluido de manera prematura, por
mutuo acuerdo o por decisión unilateral notificada en un plazo no mayor a los
sesenta días.
A la fecha, día y hora, el
anuncio del entonces Vocero de “tengo las maletas hechas” se ha cumplido con el asombro
de la comunidad nacional (unos crédulos y otros incrédulos) y en el trayecto se
han hecho públicas las desavenencias internas desde la desprestigiada y
errática OEA y el vocero en su condición de responsable general (¿coordinador?
¿jefe?) y todavía los asomos de denuncias de abusos de autoridad, irrespeto de
derechos humanos, “espionaje”, favoritismos, ¿tráfico de influencias?, desvío
de fondos, incompetencias profesionales y otras descalificaciones que han
llevado a la prensa y a las redes sociales, provocan la catalogación de un
capítulo propio de una copia de una novela de “Corín Tellado” y que nos debe despertar, por
si estamos dormidos (provocada por la descalificación de lo criollo), que los “salvadores”
internacionales tampoco deben, ni pueden presumir bañarse en el Ganges ¿…?
La renuncia del entonces
vocero generó en algunos de sus más férreos e insignes oponentes se “humanizaran” y en solidaridad repentina(relatividad política) “milagrosamente” cambiaran de opinión acerca del personaje ¿y de la misión?
De igual, la novela internacional
con sus actores y actrices tienen a los entendidos ocupados con sus “interpretaciones”,
“juicios”, “sentencias”, “pronósticos” y hasta “temores” como distractores que
nos han alejado de la crisis política postelectoral y de la necesidad del
diálogo, que por ahora luce monoaural como suele la costumbre.
¿Y
ahora quien podrá defendernos? Como se preguntó siempre el personaje cómico cuyo autor se nos adelantó en la partida física.
Esperemos
que la misión internacional ratifique su condición de “neonato” y que es un
sistema integrado que no depende de una persona en particular, si no lo logra la
calificación de “mortinata” será realidad y muy válida.
Del adagio aquel "en todos los lados se cuecen habas" ¿...?
¡La corrupción no tiene ideología… tampoco nacionalidad!
¡La corrupción no tiene ideología… tampoco nacionalidad!
Denis Fernando Gómez Rodríguez
21 de
febrero de 2018
A Fernando Alfredo tres días después de
su primer cuarto de vida
¡Felicidades!
y Filipenses 1:6
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