de cuando el dinero no "ajusta";
¿carpas?
Por esta latitud y altitud, el dinero aprobado por el
soberano Congreso Nacional no ha ajustado, no ajusta y por las proyecciones basadas
en un comportamiento inveterado por un lado, pero muy peculiar por el otro, de quienes
administran el estado no “ajustará”.
La lucha mediática por la “suficiencia” del partido
oficialista y la “ineficiencia” del mismo,
en el manejo de la crisis humanitaria señalada por la
mayoría de los medios de comunicación que presencian y dan fe de la realidad que
exhibe de la crisis y de los hombres y mujeres que han decidido emular a Hipócrates
y el resto de profesiones y ocupaciones conexas que viven las carencias y a
pesar de las mismas, intentan alentar las esperanzas de vida de quienes no
creyendo en la Pandemia y/o restándole importancia a los consejos de prevención,
han sido alcanzados y vulnerados por ese enemigo invisible de turno que amenaza
con la desaparición física de la faz de la tierra de quienes infesta.
Recientemente un grupo de galenos con más de 30 años de
experiencia, graduados en el Alma Mater y docentes en la misma, se manifestó
reclamando por el poco interés mostrado desde el gobierno en el tema de salud,
mintiendo en extremo como nunca y alardeando del despilfarro burdo e inconsciente
de recursos. Adicionalmente, denunciaron la invisibilización del problema de salud
a través de juntas interventoras conformadas por personas ajenas al
conocimiento de la materia y por tanto, no capaces de proponer verdaderas políticas
públicas que solucionen las ausencias de ayer y sobredimensionadas las de hoy.
Entre las exigencias de ese grupo de galenos, hombres
y mujeres, políticos y apolíticos, pero todos ciudadanos comprometidos y responsables
con su vocación, pero también contrariados y hastiados por no entender como en
este territorio ha sido y es más importante comprar carros para patrullas de la
policía; cómo se han comprado ventiladores inapropiados, pero también
incompletos; de pruebas a medias por falta de reactivos y de hospitales móviles
comprados supuestamente en Turquía y que como aquella burda historia de los
frijoles en Etiopía, se quedaran en las aduanas de la impunidad de siempre como
modelo de gestión centenaria de un sistema corrupto y olvidado y ahora con la
impronta propia de práctica continuista nacional…(ista).
Los galenos le piden al gobierno de turno que dejen de
mentir, que dejen de intimidar y reprimir a quienes digan cómo es la realidad
(antes y después que llegue el veedor que ejecuta la canción de quien paga y “descubra”
para “tapar”. Las exigencias abarcan la conformación de verdaderos equipos independientes
de trabajo con personas que sepan y entiendan de salud, que releven la farsa de
las mesas sectoriales, que se pongan al día las pruebas PCR, para contar con
datos reales y tener proyecciones más rigurosas; convoquen a un diálogo real
para identificar las respuestas más inmediatas, viables y certeras con el
Colegio Médicos y el resto de ramas de la salud; contraten el personal técnico;
definan con los que saben porque trabajan en las redes integradas de los
servicios de salud.
De igual, reclaman que los altos funcionarios del gobierno
se reduzcan sus altos salarios, unos más sobredimensionados que otros, fusionen
las dependencias que se coluden
intentando hacer lo mismo y como resultado hacen poco y muy probablemente nada
y reorienten el presupuesto para atender lo desatendido como la salud y la educación.
La valoración de los galenos, la pregunta incesante de
un sector de la población de ¿dónde está el dinero? se confirma cuando la
Secretaría de Finanzas publica que el gasto del presupuesto millonario para
afrontar la crisis sanitaria y humanitaria muestra que Salud tiene el tercer lugar de la inversión (entre
el 12-13.5% del monto del gasto al día) y en primero y segundo lugar aparecen
una institución que ha dilapidado fondos en nombre de la emergencia con compras
a futuro ¿incierto? (alrededor del 48% ) y otra dependencia que no se termina
de entender por qué de tal inversión (16.40%).
De remate, como decimos por acá ¿y de repente por
allá?, aparecen las historias del hospital móvil de Villanueva, Cortés y los “contenedores”;
de las “carpas”, una que ceden al caer la lluvia, otra que se atesta de
personas contagiadas en uno de los principales centros de atención de la
capital y otras que vendrán financiadas por colectas que realizan unos médicos-buenos
samaritanos y personas particulares altruistas que desean apoyar a pesar de la incapacidad
y la opacidad continuista de responder claramente ¿dónde está el dinero?
Y entonces, hay que repensar en la expresión “cuando el dinero no ajusta; ¿carpas?”,
como el otro lado de la moneda de que “el
dinero ajusta cuando nadie roba”, como duda, que conste… ¡PLOP!
De Montesquieu: “Una injusticia hecha al individuo es
una amenaza hecha a toda la sociedad”
Denis Fernando Gómez Rodríguez
Tegucigalpa, Honduras
15 de junio
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