de cuidar el corazón

 

El corazón es uno de los órganos vitales para la vida humana. De su salud, depende el buen funcionamiento del sistema circulatorio llevando a todas nuestras células el oxígeno y los nutrientes que necesitan para vivir.

Sin duda que la recomendación médica se orienta a la necesidad de establecer conductas adecuadas en consumo de alimentos, en rutinas de ejercicio y en evitar patrones de consumo de productos dañinos. Todos lo anteriores con el objetivo que cuidemos tan vital e importante órgano-músculo y contribuyamos a mejorar nuestra expectativa de vida.

Es tan importante el cuidar del corazón que la tecnología nos permite en estos tiempos monitorear desde una aplicación instalada en un teléfono celular, cuál es la frecuencia del ritmo cardíaco como un accesorio de control preventivo que logra hacer más rápido el acceso a la información en contraste con los procedimientos clínicos presenciales anteriores.

A nivel de lo espiritual, la Biblia enseña sobre el corazón diferentes situaciones, entre éstas: (1) “sobre toda cosa guardada, guarda tu corazón; porque de el mana la vida” (Proverbios 4:23); (2) “…porque de la abundancia del corazón habla la boca” (San Lucas, capítulo 6), (3) “engañoso es el corazón más que todas las cosas y perverso ¿quién lo conocerá” (Jeremías 17:9); (4) “porque del corazón salen los malos pensamientos, los homicidios, los adulterios, las fornicaciones, los hurtos, los falsos testimonios, las blasfemias” (San Mateo 15:19) y finalmente, (5) “El corazón alegre hermosea el rostro…” (Proverbios 15:13 a) para los efectos ilustrativos de la ocasión.

Para estas consideraciones, la ciencia y la tecnología no pueden ofrecernos soluciones, pero identificar sus signos inequívocos, sus señales exactas, pueden ser conocidas si exploramos esa enseñanza bíblica acerca de nuestro corazón.

El llamado es para que de manera integral cuidemos de la salud física y de la espiritual de nuestro corazón, porque es un órgano que produce y refleja vida. Cómo hablo, qué hablo denotará si lo que abunda es bueno o es malo: si abunda lo bueno se reflejará en nuestro rostro, lo contrario de igual, se notará y aparecerán esas acciones propias del desenfreno promovido por las conductas licenciosas que reclaman la modernidad y se promueven en libertinaje de conciencias como señal de desarrollo psico-social que produce la satisfacción de seguir las corazonadas, donde la prevención del desenfreno y el abuso no es una palabra adecuadamente política y entonces, se promueve e instala la venganza, la violencia, los engaños, los robos menores y mayores, las falsedades y las blasfemia: y nacen en el corazón, no en la mente.

Debemos cuidar del corazón en su dimensión física-médica y en su dimensión espiritual, sin duda que tener la disciplina de hacerlo nos generará calidad de vida y sin duda nos evitará complicaciones como engaños, desencuentros y demás perversidades que afloran en una sociedad universal liberal y libertina que nos ocupa… y preocupa.

Cuando tenemos problemas porque el corazón falla físicamente, buscamos al médico cardiólogo; pero cuando las insuficiencias son espirituales, debemos buscar al Dios de la Biblia.

El resumen del asunto: “sobre toda cosa guardada, guarda tu corazón; porque de el mana la vida” (Proverbios 4:23)

 

¡Si no es real, es ficción!, usted dirá.

 

Denis Fernando Gómez Rodríguez

Honduras: Centro América

20 de febrero de 2021

(1). El pasado 18, nuestro hijo mayor llegó a un año más de existencia, gracias a Dios. ¡Felicitaciones        Fernando Alfredo y que cumplas muchos más!

(2) A tía Patricia, ¡Felicitaciones por un año más de vida!

 

Comentarios

  1. Gracias por recordarnos que un corazón sano es sinónimo de calidad de vida. Saludos

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