TREP
Las siglas TREP, identifican la transmisión de resultados electorales preliminares, que consisten en anunciar las primeras tendencias de los resultados de las elecciones, a la población de los países donde se celebran esos actos, con el propósito de información que después de los resultados del primer anuncio, los subsiguientes anuncios públicos permiten definir y ratificar a los ganadores a cargos de gobierno en disputa.
En
todos aquellos países donde se celebran elecciones democráticas… y auténticas,
unos por convicción y otros por OBLIGACION, utilizan este mecanismo como una
buena práctica internacional y por lo tanto, no es sujeta de la buena voluntad,
ni ninguna otra virtud aparente, de las personas encargadas de las mismas.
A
la transmisión de los resultados electorales preliminares, le sigue el diseño
de un sistema de captura de las actas donde se registran los votos a favor, en
contra, nulos y en blanco, en las juntas receptoras de votos, como le llaman ahora
por estas coordenadas. Le sigue el proceso de recepción de la información en el
ente electoral, su registro exacto de las preferencias de los sufragantes, el
conteo inequívoco ¿e irreversible?; finalmente, la divulgación pública a los
partidos políticos, a los medios de comunicación y a la ciudadanía en general, “cumpliendo”,
al menos por OBLIGACION, que ante el financiamiento público electoral, la
máxima es que lo público, sea público, nada más… y tampoco menos.
Como
lo van a diseñar no es asunto de comentar en este momento, los altos
funcionarios del organismo constitucional deben definirlo de manera seria, no
hacerlo será la pauta para hacer memoria de una acuciosa y prestigiosa ciudadana
de la prensa local que les ha calificado como personajes propios del mundo de “Mattel”
(con sus “barbies” y con su “Ken”, en la versión no tan amigable, menos de galán
y de conquista; al contrario).
Lo
que si debe ser una exigencia desde los partidos políticos que rebasan todo “almacenamiento
digital nombrable” es que esos mecanismo de uso de tecnología deben de cumplir,
entre otros, con los siguientes requisitos: (1) Verificación multifactor -con mecanismos
de doble verificación- para evitar que el acta mate el voto, como suele suceder
en este colapsado sistema electoral viejo, pero también de este nuevo y una vez
más agenésico sistema electoral nuevo; (2) debe corresponder a la
confidencialidad; (3) a la integridad; (4) a la accesibilidad y (5) por
supuesto deben ser los casos de estudio y sus códigos fuentes de programación
deben ser públicos a los 9 ¿ o a los 11? partidos políticos que no son los que
se autoprocalaman custodios, tampoco, autores con derechos exclusivos de la
democracia electorera.
Confiar por confiar, en un sistema de desconfianza elevado a la “n” potencia, en proporción geométrica, no será posible, mientras prime el silencia, la desinformación y las tropelías que inician en el Congreso y se “cumplen”, al pie de la letra, el el mundo electoral de “Mattel”. Cuando suceda lo contrario y prevalezca la integridad y la transparencia electoral, no verbal-mediática, sino la TECNICA, la gestión de ficción será a lo mejor, una real, una humana y una que fácilmente permita ser auditada… y entonces, de ser veraz, CREIDA.
Quienes
gobiernan el ente rector de los comicios enfrentan un gran reto; también los
partidos tradicionales y uno mutado; sin olvidar a aquellos que los puede encontrar
en un dispositivo de almacenamiento (¿?), otros que se alojen en la nube y
aquellos pequeños, pero reales, veraces y creíbles con 42 años y pronto 43, que
gozan de un cierto reconocimiento verbal, pero no del electoral, traducido en
votos para gobernar y ganar.
La
pregunta del cierre es ¿podremos revertir la sentencia lapidaria del 2017 (y la
de las primarias del 2021, añadó) de que nuestro proceso eleccionario fue de “baja
calidad técnica”, como placebo que utilizó la OEA para no decir que no fueron
nada democráticas… y menos auténticas? Los tres o cuatro de siempre, sus
financistas, sus “vacadas” (como dice un Fiscal que ya no es) y sus “delegados
electorales” de alto nivel, tienen la respuesta.
De Oralia Chapa (México):
“El que no sabe y sabe que no sabe, es humilde, ensénale
El que sabe y sabe que sabe, es un sabio, escúchale
El que no sabe y cree que sabe, es un necio, húyele
El que no sabe y no sabe que no sabe, está dormido. Despiértale”
Denis Fernando Gómez Rodríguez
6 de agosto de 2021
Honduras, Centro América
(1) ¡Bienvenida Hossana!
(2) A la espera de la llegada de Denis III; ¡pronto-pronto!
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