200
200 años y tres días
después
Han
pasado 200 años y 3 días desde la fundación de la República por esta región
centroamericana. El evento marca la emancipación, traducida como la libertad de
la servidumbre o de cualquier otra subordinación o dependencia.
Es
valedero suponer que a la fecha, día y hora, nuestros pueblos y particularmente,
el terruño que habitamos ha superado la subordinación a cualquier gobierno
extranjero y se ha independizado. Lo anterior es similar a una consiga que cada
septiembre 15 se pronuncia como independencia de la Patria.
200
años y días después ha habido cambios, sin duda; unas conductas han desaparecido,
pero otras, solamente han mutado. La oligarquía y la aristocracia son otras; ya
no existen próceres, aunque en ocasiones sus adláteres de turno, pretendan
crearlos.
Los
fundamentos de la patria se recuerdan, se recitan, se entonan en canciones, se
escriben, pero ya no se viven. La Soberanía de la República se ha vendido al mejor
postor ¿o se ha regalado … o peor, secuestrado? con la complicidad de quienes
en ese largo proceso vienen padeciendo y padecen del síndrome de Estocolmo.
200
años y tres días después, la Patria es una mercancía, un botín que hay que
saquear, que hay que dilapidar y que hay que heredar con los propósitos de
siempre. Se ha implantado la buena fe que no tiene ideología, como mecanismo de
verificación del latrocinio de quienes han desgobernado como binomio y también
como mutación.
En
todo este tiempo, de intentos por gobernar, nos han desgobernado y desgobiernan,
al grado que las denuncias de contaminación toxicológica alcanzan la mayor
cantidad de líneas blancas y que no son grises como el tráfico telefónico de
año atrás que teniendo nombres y apellidos fueron “olvidados”, aunque hoy
resurgen y aspiran.
200
años y tres día después, se levantan voces que indican que no existe nada que
justifique celebrar una independencia declarativa, como la mayoría de los
derechos humanos tutelados por la Constitución de la República, cuyas garantías
en la práctica inveterada se niegan. Y como todas las monedas y billetes tienen
dos caras, otras voces, nos recuerdan que tenemos un país privilegiado por su
posición geográfica, pro la riqueza de su biodiversidad, de su de su diversidad
cultural, de su paciencia por aguantar maltratos, tropelías y muchas cosas más.
El
común denominador y resumen, en ambas caras de la moneda es la mala
administración por el deseo desmedido de buscar el beneficio de la Cofradía de
turno, que en ocasiones se convierte en especies de hordas que se imponen con
sus criterios e interpretaciones unipersonales, pero también grupales para
beneficiarse con actos delincuenciales revestidos de una impunidad de momento bicentenaria.
200
años y tres días después, nuestra esperanza que encontrar el buen camino se
concrete, con las mejores mujeres y con los mejores hombres, que aunque no
presuman de bañarse, al menos, una vez en el Ganges, sean pulcros y probos, en
su discurso y en su práctica. Y cuando el que está dormido, despierte, se
disipen las tinieblas que nos esparcen aquellos de siempre que nos han
desgobernado y desgobiernan.
Debemos
rehabilitar la democracia electoral, la Nación, el Estado de Derecho, la
democracia y todo aquello que en 200 años y tres días después, se ha
desmoronado, erosionado y peor… secuestrado para beneficio individual y grupal,
menos nacional
200
años y tres días después, probablemente estemos ante la última oportunidad civilizada,
bajo el fundamentalismo de la democracia con elecciones, nunca sin ella y
entonces el reto es que el próximo 28 de noviembre, se respete la voluntad de
quienes ejerzan el sufragio; y tengamos la certeza desde el ente rector electoral
constitucional que declaren ganador a quien ganó y no perdió, por un lado de la
moneda y por el otro, que quién perdió fue porque no gano. Sencilla la fórmula.
Sigamos
agradeciendo a quienes al fundar la república, entregaron sus talentos, sus
mejores capacidades y sus vidas y sigamos aspirando a que la república, en los
intentos presuntuosos de refundarla, no sea refundida.
En
el mes dedicado a la Patria; de Froilán Turcios: “Bendiga Dios la prodiga
tierra en el cual, nací”
Denis Fernando Gómez Rodríguez
Honduras; Centro América
18 de septiembre
A
un fin de semana para que se bajé el telón del sueño realizado y que siendo
breve, finalmente, se desvanerá.
Dios
nos ayude a aceptar lo que enseña el Salmos 34:1 y en ese proceso, el gozo de
Jehová sea nuestra fortaleza. En algunos segmentos poblacionales mencionan que
la alegría depende de las circunstancias; pero el GOZO… el gozo, depende del Señor.
AMEN
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