facto

 Por acá, el conflicto entre legal y lo de facto forma parte de la historia de 200 años y más. Cuando los intereses no pueden concretarse por la vía legal y correcta, se gestan por el acto, por el hecho para convertirse en una aparente “legalidad” ilegal. Para citar un ejemplo, en el campo político, desde siempre hemos electo personas para gobernar y generalmente, son las no electas las que gobiernan o oen su defecto común y como norma en la gestión publican, “desgobiernan”.

 Así se gestiona el asunto por acá, sin respeto a la ley por una patología con síntomas diversos como la incontinencia, la omisión, el juego de palabras de lo que parece, pero no es, permeado por una moral de situación sin máximas, sin normas, sin reglas y solamente como “válidas” aquellas condiciones coyunturales que les permitan conseguir a los de turno, sus objetivos grupales por familiaridad, parentesco, por afinidad o estrictamente personales, nunca los de la colectividad, menos y tampoco los del país. Estos dos últimos segmentos se consideran sola para la campaña, para la propaganda que se planifica cada cuatro años dentro de la estrategia de la publicidad engañosa, ¡nada más!

De momento, se aprueban las leyes de facto, con la aplicación colectiva de un placebo que genera una sensación térmica de inseguridad jurídica que nos recuerda las intenciones de Alicia por eventualmente, habitar entre nosotros independientemente de la ideología que nos gobierne ¿o nos desgobierne?

De facto se imponen relatos y placebos de “interpretación” matemática que se sobreponen además, al concepto administrativo de 1+1=3, conocido como Sinergia y extrapolan los resultados a favor de la amplia participación en todos los niveles de elección, independientemente de la esencia numérica y la definición que les identifica y desagrega entre votos y marcas, que se “parecen”, pero no son parecidas, tampoco y menos iguales.

La escasa e inexistente educación democrática nos sojuzga al capricho de lo fáctico de quienes representan la aristocracia y las oligarquías de ayer, de hoy y de mañana, que por cierto, no tienen distinción ideológica al momento de su práctica y de aquellas figuras que les financian, no por convicción democrático, sin duda, sino por la obligación por ampliar las oportunidades de sus portafolios de inversión.

Para una radiografía que revela el escaso e inexistente interés para educarnos y entonces, sobreponerse a los síntomas de tan histórica patología, lo que se avizora son los mismos vicios de 200 y más, ahora bajo otra consigan, propaganda, pero con la misma vestimenta de color ocre-medio de costumbre y de la misma voracidad que nos ha definido y de momento, define.

En tanto, a la espera de que las cosas “deban” cambiar, se observa por "carretadas" como en una especie de “deja vú”, son múltiples las cartas que contienen las sentencias de extinción de las penas por delitos con motivación política, pero también, por delitos comunes, como una pequeña muestra de que aún con el cambio de administración, prevalece y probablemente prevalecerá lo facto… !ah! y con la asistencia de la “inocencia” de turno.

Corresponde mantener las alertas necesarias para que este sistema agenésico de partidos políticos no cause al estado, una dictadura democrática y tampoco experimentemos una versión local de “sadismo” .

 Al cierre:

Del libro Alicia en el país de las maravillas: Solo unos pocos encuentran el camino, otros no lo reconocen cuando lo encuentran, otros ni siquiera quieren encontrarlo”.

 

 

Denis Fernando Gómez Rodríguez

Honduras, Centro América

21 de marzo de 2022

 

Agradecidos con Dios por tener entre nosotros a Denis Alberto, su esposa Heather y nuestro primer nieto Denis Joel. ¡Bienvenidos! que disfruten sus vacaciones.

!Felicitaciones doña Gabriela!, mi suegra, por alcanzar sus 85 años de celebración de vida

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