Semana Santa
Por estas coordenadas geográficas corresponde a la fecha la celebración de la denominada semana santa, que recuerda la entrada triunfal de Jesucristo a Jerusalén, Su arresto, condena, crucifixión y por supuesto su resurrección como base inquebrantable de la fe judeocristiana.
La historia se divide en
el Antes de Cristo y el Después de Cristo independientemente de las creencias o
no, este evento histórico que no se puede negar.
La semana en mención
inicia recordando el cumplimiento de la entrada del Mesías profetizado por
Profetas como Isaías y llama la atención que la población en ese sitio
reconoció en un apoteósico recibimiento a tan importante personaje como el
bendito el que viene en el nombre del Señor. Esa misma multitud efervescente unos
días después estaba condenándolo a morir en la cruz, prefiriéndolo ante un
personaje delincuencial de ese momento. Lo anterior como un acto manifiesto de inconstancia
que es común en el comportamiento de las personas de ayer, pero también las que
habitamos en esta modernidad,
Las razones de la inconstancia
de la población fueron múltiples, lo sintomático se traduce en la traición que
desemboca la inconstancia de apenas días, traducidas cambio sustancial y
sintomático de opinión pública de la admiración a la decepción y condena.
En resumen, después de la
traición y la negación popular, siguió la crucifixión y todas las dolorosas
implicaciones que la misma conllevó y que se recuerda en días como hoy viernes.
Para los pocos seguidores
fieles que tuvieron la convicción suficiente para no negarle y tampoco condenarle
la muerte significó un evento triste y desilusionador porque en su frágil
humanidad no recordaban-tampoco comprendían lo que las profecías indicaban como
la resurrección. Gracias a Dios después del viernes, viene el domingo,
parafraseando un libro del recordado Tony Campolo.
Con el evento de la resurrección de entre los muertos de Jesucristo, se cumplió la pregunta y afirmación que la Biblia contiene de ¿por qué buscáis entre los muertos al que vive? La resurrección es uno de los fundamentos de la fe cristiana y es parte de esas evidencias que exigen un veredicto, como el conocido libro de John MacArtur.
En pleno Siglo XXI donde presumimos de los avances de la tecnología y de encontrarnos en una especie de iluminación d basados en la nueva tolerancia que sacude patrones de pensamientos tradicionales y conductas de vida consideradas como retrógrados, seguimos manifestando los mismos comportamiento de la multitud presente en la entrada triunfal y sin duda, las manifestaciones de condena, de negación y de muerte para esos actos y hechos de la historia que a pesar de mi creencia o de incredulidad, acontecieron y siguen marcando (similar a los marcadores tumorales en medicina) los trayectos de la inconsistencia, de la traición y de la falta de convicción en la fe.
Es común encontrar
personas que cumplan al pie de la letra con el adagio famoso de “comer santos y -deposicionar-diablos”, manifestados en una serie de personalidad que niegan la
fe, pero en la temporada hay que adaptarse y parecer, sin ser porque no son y
no saben aparentar tampoco y cuando fingen creer se les nota tal despropósito y
valor que se asemejan a la “existencia” de un billete de L 1,000.00 (un mil
Lempiras)
En viernes como hoy el Mesías padeció la muerte
en la Cruz, pero no olvidemos que viene el domingo y ese día debe servir para
agradecer porque la promesa para los que creemos y nos hemos rendido a la fe, es
que después de nuestro paso por esta existencia terrenal, tendremos viday será en
abundancia.
Que podamos encontrar en
la cruz vacía y en la tumba vacía los elementos suficientes que nos permitan
encontrar la convicción de nuestra fe y soportar esos embates que la modernidad
nos proporciona por múltiples vías y busca finalmente que seamos de doble ánimo y luego nos arrope la inconstancia, el rechazo, la negación y la condenación como
parte de esa libre elección que Usted y yo tenemos de elegir en quién creer y qué
creer. ¿Cuál es su elección?
Romanos
10:9 y 10
“Porque
si confiesas con tu boca que Jesús es el Señor y crees en tu corazón que Dios
lo resucitó de entre los muertos, serás salvado. Con el corazón se cree para
alcanzar la justicia, y con la boca se confiesa para obtener la salvación”.
Comentarios
Publicar un comentario