elección de segundo grado ¿meritocracia?
Por estas coordenadas geográficas es muy común y recurrente que los altos cargos de la administración pública deben elegirse por parte del Congreso Nacional, ahora bajo un artificio que llaman audiencias públicas a la cuales, los aspirantes acceden después de una serie de filtros que las comisiones especiales para su búsqueda, selección y elección definen como méritos. La conducta histórica no deja dudas que los procedimientos a los cuales se recurren, no son más que andamios inseguros que se esgrimen para cosméticamente y como placebo, que se elige primordialmente por capacidad, pero que terminan siendo decisiones políticas que al contar con 86 votos de los diputados en el hemiciclo pueden ser y son posibles.
En la función electoral que estable la Constitución de la República deben ratificarse o renovarse a quienes dirigen la conocida como Unidad de Política Limpia, el Registro Nacional de las Personas, el Consejo Nacional Electoral y el Tribunal de Justicia Electoral.
En la Unidad de Política Limpia la fórmula del nombramiento de los tres comisionados tiene la reserva para que el partido de gobierno y los dos institutos políticos centenarios coloquen a sus representantes, por lo tanto, cualquier asomo ciudadano por participar y aspirar es solamente el cumplimiento del artículo 80 constitucional del derecho de petición; imposible numéricamente hablando sobreponerse al sello de origen que identifica a los tres partidos políticos y sus representantes.
En el caso de las tres instituciones siguientes, de acuerdo con el representante del partido de gobierno en el Tribunal de Justicia Electoral, los representantes suplentes de la democracia cristiana y de la alianza patriótica dejarán sus cargos y deben ser ocupados por otras dos agrupaciones políticas que obviamente tengan el beneplácito de la bancada oficialista, del segmento de la bancada liberal y de los nacionalistas. En este escenario posible, que eventualmente deben, aunque no necesariamente pueden, el partido del “indignado” y la socialdemocracia, si es que a la fecha no continúan en el desacuerdo del pasado o a la sazón de los tiempos, hayan cambiado de opinión y deseen ocupar nuevamente un espacio que no debieron ignorar. En este segmento de elección se abren las posibilidades para que “outsiders”-no propuestos por los partidos políticos que se presume podrían optar a las suplencias se logren “colar” por su experiencia, sus calificaciones, sus aportes del pasado y por el apoyo partidario o no de quienes se concentran en la tríada que rige los destinos de la función electoral.
La constante del asunto es que desde el Congreso Nacional seguirán conformado las comisiones especiales multipartidarias, éstas definirán los procedimientos como ornamentos del concurso público… y politizado, asegurando que el 100 % de las personas nombradas en esos cargos e instituciones no serán necesariamente quienes hayan alcanzado las mejores evaluaciones, pero si quienes alcancen las 86 razones-voluntades-votos para instalarles en sus cargos que ejercerán por los próximos 5 años.
Sin olvidar que previo a las instituciones de la función electoral, viene el nombramiento del fiscal general, del adjunto y de “chemise-o de chascada” el director de fiscales con la constante que la repartición será tripartita entre quienes llegaron a los acuerdos de siempre y alcanzaron “históricamente” a nombrar a la reciente Corte Suprema de Justicia. Así el país, iremos de placebo en placebo como ha pasado bicentenariamente y pasa todavía a la fecha, día y hora de este comentario y no faltarán las salutaciones de los mismos partidos, las de las representaciones internacionales, tampoco las salutaciones de otras organizaciones locales que eventualmente también “fingen” demencia y no senil.
Al cierre
“La demencia es algo raro en los individuos, pero en los grupos, los partidos, los pueblos, las épocas constituye la regla.” Friedrich Nietzsche
Denis
Fernando Gómez Rodríguez
Honduras-Centro
América
30 de mayo de 2023
E-books en
Amazon.com
Pulso de la Nación-primera parte: de la
democracia criolla ¿ficción o realidad?
Pulso de la Nación-segunda
parte: de la democracia electorera ¿ficción o realidad?
Comentarios
Publicar un comentario