"entropía"

En una de sus acepciones con la teoría del desarrollo organizacional, la entropía es representada por las fuerzas internas que se desarrollan en las empresas o en las organizaciones y provocan el desgaste y que consecuentemente requieren de acciones de respuestas denominadas neguentrópicas para alcanzar la estabilidad necesaria para no perder vigencia y superar el desgaste que provoca disfuncionalidades organizaciones en cada uno de los niveles que componen las mismas.

En otra acepción como la de los partidos políticos, de quienes no tengo la certeza documental que sean sujetos de aplicación técnica del concepto de organizaciones civiles que se conglomeren en la denominada sociedad civil; si tengo claro que son instituciones de derecho público y que están facultadas constitucionalmente para participar con su ideología, en la búsqueda de ejercer el poder de la Nación.

Los partidos políticos se desgastan independientemente de ser centenarios, longevos, mayoritarios por origen o por “mutación”, de ser de mediana edad y de “desnutrido” crecimiento político y electoral o de ser “novicios” y eventualmente, “mortinatos”-nacen muertos- como el término médico que se utiliza en medicina pediátrica.

Las causas de la entropía de los partidos políticos son generadas por la “acertadas” decisiones y por las “desacertadas” de quienes lideran en el mejor de los escenarios o de quienes imponen, en el peor, común y recurrente escenario que originan desgobiernos internos que ante la eventualidad de ser gobiernos nacionales replican sus incongruencias, incompetencias, improvisaciones y demás precariedades que nos ocupan y preocupan, en este caso particular, desde un bicentenario y más.  

Los partidos políticos deben tener claro los criterios que les permitan desarrollar ejercicios autocríticos orientados a mejorar las prácticas democráticas deben, aunque no necesariamente practican, convirtiéndose en todo un reto y una tarea adeudada con escasa proyección de determinación de ser resuelta, menos ahora con la aparición recurrente de las conductas autoritarias que no tienen ideología de quienes ejercen el poder de manera legítima y los allegados de facto que no faltan ya sea de manera no familiar o familiar, amparadas en costumbres “omnímodas” o bajo el influjo de una “ausencia presencial” actual.

Las instituciones políticas al menos entre otras condiciones deben alcanzar dos:

(1) Promover la madurez democrática suficiente a través de verdaderos procesos de educación política y de democracia, fundamentados en reconocer a sus parciales-allegados-militantes como sujetos, no como objetos que solamente se movilizan electoralmente.

(2) Tomar las decisiones políticas para vencer esas creencias y prácticas viciadas del poder y abrir espacios electorales internos donde la democracia partidaria-partidista como primera instancia sea transparente e integra que permita elegir autoridades y candidatos a cargos de elección popular de manera justa, confiable y creíble.  

Por estas coordenadas geográficas, si los partidos políticos independientemente de su edad o de su grado de “desnutrición política y electoral” o peor “mortinatos”, no toman el tiempo para leer y releer los datos de las encuestas que reflejan la desafección partidaria, de la credibilidad y del “erosionamiento” democrático del Continente de manera particular y no ponen atención a los conflictos internos estarán ante el escenario muy probable de “implosionar”, como una acepción eventual que les haga desaparecer.

 

Al cierre

Uno de los más grandes errores es juzgar a los políticos y sus programas por sus intenciones, en vez que por sus resultados. ”-Milton Friedman

 

 

Denis Fernando Gómez Rodríguez

Honduras-Centro América

06  de agosto de 2023

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