"acuerdo político"

Por estas coordenadas geográficas recién han sido juramentadas las nuevas autoridades de los organismos que componen la función electoral constitucional. Ese acto legislativo es el resultado del “acuerdo político” de marzo de este mismo año (que implica siempre el ninguneo al cumplimiento de la Constitución de la República y consecuentemente a la legalidad). De conocer el contenido de “negociado” nadie puede presumir conocer, salvo las personalidades que participaron de los dos partidos centenarios-longevos y el “mutado”.

Lo cierto es que lo “oculto” siempre saldrá a la luz pública, la sentencia bíblica en el libro de Lucas 8:17 menciona que “Porque no hay nada oculto que no haya de ser manifestado, ni nada escondido que no haya de ser conocido y salir a la luz”. Aclaro que mi confesión de fe es cristiana-evangélica-protestante-confeso y practicante y no pretendo hacer una ideologización e instrumentalización de la fe, como no pocos acostumbran en el ámbito de la política criolla y electorera, con el fin de ganar simpatías de la población de confesión evangélica para obtener votos y marcas, al contrario, me esfuerzo e intento no perder la memoria para no ser del triste grupo que no tiene ideología de ser exponentes públicos de “come santos y deposiciona diablos”-en su acepción de sólido descompuesto y desechable-.

La primera actividad que las personas recién nombradas consejeros propietarios, en el Consejo Nacional Electoral, es la de “ponerse de acuerdo” acerca de la rotación en la presidencia del ente rector electoral y determinar en el “fondo del tema”, cuál partido dirigirá las primarias e internas y cuál, las elecciones generales. La historia conocida desde el 2006 me indica que el partido que gobierna siempre tiene un deseo vehemente por ser quien gestione desde la presidencia del CNE, las elecciones generales como una especie de “blindaje” contra los escenarios eventuales de fraude que de no ser reales, son ficción; aún más patético cuando las rutilantes personalidades que son electas en segundo grado por el Congreso Nacional “gritan” a los vientos que su partido les nombró allí para ganar las elecciones.

En una entrevista al consejero que representa al partido de gobierno, develo que el acuerdo de marzo de 2025, es que la señora consejera que fue ratificada para este próximo ciclo de 5 años, presidiría las elecciones primarias e internas y que el ex Secretario de Estado, presidiría las elecciones generales en representación del partido que ejerce la titularidad del ejecutivo, completando lo que el ciudadano fundador y comandante del instituto político “reclamaba vehemente” públicamente el cumplimiento del acuerdo político, con una propiedad, certeza y convicción, eventualmente capaz de “quemar” cualquier instalación nacional e internacional.

Las “predicciones” y apuestas de quién será el partido y su representante (mujer u hombre) que ejercerá la gestión presidencial son múltiples, desde las más cerebrales, como excepción, hasta la más ectópicas como norma. Al parecer hoy no han logrado “acuerdos” y deberá ser mañana otro tiempo para definir el acertijo de los supuestos, lo cierto es que cuando hayan encendido la fogata para mostrarnos el “humo negro”, conoceremos si la votación fue de 2 a 1 o de 3 a 0, salvo que en una acción novedosa elijan la elección por insaculación y probablemente sería el acto más democrático en el inicio de la gestión que deberá posteriormente habilitar recién inaugurado “cascaron”  del nuevo edificio que está a “medio palo” (no cuenta con facilidades requeridas), como denuncia el ex Secretario de Finanzas y quizás reinstalar una nueva placa conmemorativa que reivindique la omisión de dar crédito a la buena voluntad y pragmatismo de la Presidente de la República por los fondos asignados, después de tantos intentos e intentos que no fructificaron para tal fin de que el ente Rector electoral hiciera realidad el proyecto.

Consultado por un noticiero, comenté que las decisiones del Pleno conformado por los consejeros propietarios son por mayoría simple y que independiente cómo se despejen los “momios” o apuestas acerca de la probabilidad de un resultado dado., Los tres consejeros propietarios y los dos suplentes deben ser apegados a la Carta Magna, a la ley que administran y ser lo más responsables por mejorar la transparencia e integridad electoral, sino por convicción, por obligación y le permitan al país gozar de una sensación térmica del clima político electoral dentro de las temperaturas normales y que decidan también, actuar como “termóstato” y no como “termómetro”.

Como país debemos evitar que desde el CNE, se actúe como en el 2006 al adelantarse la declaratoria desde la presidencia, de un “ganador” antes de la hora indicada por la ley o el evento del 2017 que retraso el primer comunicado cerca de 5 a 6 horas, con la “curva” ya aplicada para que la incertidumbre se presentará de quien ganó, no ganó y quien fue declarado ganador, no ganó. Ninguno de esos extremos generó confianza, menos credibilidad. A trabajar en el edificio a “medio palo” para que la arquitectura y la ingeniería de datos cuenta con las previsiones de medidas extremas de ciberseguridad que eviten los servidores “apagados” y alterados por “tantas” veces o los relatos recientes desde el sur del continente del “hacker” y los ciber ataques desde Macedonia del Norte o desde “la del sur” (no existe), sin olvidar que si el relato no es real, será ficción.

Desde donde video, “mata” relato.

Al cierre

“La visibilidad está garantizada para las posiciones extremas, las extravagancias, los "exagerados" y las exageraciones. Cuanto más descabellada es una tesis, más se promociona y se difunde. Las mentes vacías se especializan en el extremismo intelectual y, de este modo, adquieren notoriedad (difundiendo, se entiende, vaciedades). El resultado de ello es una formidable selección a la inversa. Destacan los charlatanes, los pensadores mediocres, los que buscan la novedad a toda costa, y quedan en la sombra las personas serias, las que de verdad piensan”. Giovanni Sartori

 

Denis Fernando Gómez Rodríguez

Honduras-Centro América

11 de septiembre de 2024

 

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