¿desaparecer al mago?


¿“desaparecer al mago”?

Sirve de catalizador para la elección del tema de este comentario, una de las frases del célebre cineasta Woody Allen; "El mago hizo un gesto y desapareció el hambre, hizo otro gesto y desapareció la injusticia, hizo otro gesto y se acabó la guerra. El político hizo un gesto y desapareció el mago".

Sin duda la ocupación de la persona política se instala baja una serie de prejuicios, pero también de juicios juzgados acerca de toda esa gama de “virtudes” manifiestas en todo el mundo y agravadas en este Continente, des cual se escribe es el más desigual en la distribución de la riqueza.

Los políticos prometen en sus campañas y propagandas desaparecer el hambre, la injusticia, la guerra… de igual, la corrupción y la impunidad y en ese abanico de promesas “desaparecen al mago”, como escribe don Woody, convirtiéndose en los mejores exponentes de la prestidigitación, al usar trucos de manos que aparecen y desaparecen objetos, “valores” … y de repente personas.

En algunas regiones del Continente se preparan eventos electorales en los que resta del accidentado y “encuarentenado” año 2020 y el entrante 2021. Los ambientes políticos electorales se van impregnando de la carga viral que entrará en competencia con el de la Pandemia e inician las promesas de siempre, en contraposición de las conductas inveteradas.

Por estas coordenadas, los connacionales en una historia de más de 100 años y aumentados y corregidos con los de hoy, como dice el adagio, han desaparecido la salud, la educación, la probidad, la dignidad humana, la honra y hasta han condenado a desaparecer a los hombres y mujeres en una lucha desigual contra la invasiva y potente Pandemia y la precariedad en todo nivel, que se resume en desechos hospitalarios, en carpas y en mascarillas de “papel bond” o de tela, porque de igual desaparecieron los fondos públicos y lo peor aparecieron a los presta nombre y desaparecieron a sus tutores y promotores.

En el mes entrante se convocará a las elecciones primaria e internas entonces donde aparecerán los anuncios de las “funciones” y aparecerán las promesas y desaparecerán la legalidad, las buenas costumbres de competencia, de transparencia, de valores democráticos, entre otros elementos de alta fragilidad en una democracia electoral que apenas alcanza para aspirar a pretender ser Estado y entonces como solemos decir, cuando no se gobierna bien o a medias, se desgobierna.

Los de hace ocho años y más han desaparecido la salud pública, también han desaparecido la educación, el territorio, la Soberanía, la democracia, el estado y sus poderes todas aquellas virtudes transadas por la ambición, la avaricia y su correspondiente saqueo del erario con relatos de “malos cuentos y mal contados” que nos “repotencian” en fragilidad por precariedad doméstica.

Esperemos por mejores tiempos y que los que hacen desaparecer al mago, en un acto de “constricción” se auto desaparezcan (sin que implique un escape impune del eventual pago de sus desafueros, de sus abusos y de sus atrocidades) y los nuevos que aparezcan, en el mejor de los escenarios, sino logran emular en su prestidigitación al mago… al menos no lo desaparezcan, al menos.


Sin duda, ¡la corrupción durará, lo que tarde la impunidad en desaparecer!





Denis Fernando Gómez Rodríguez
Santa Lucía, Francisco Morazán; Honduras Centro América
Domingo 30 de agosto
Al irse cumplimiento el tiempo de partir, ahora a contar los jueves; ánimo Fernando Alfredo, a cerrar y a retornar a casa. ¡Felicitaciones!, todo tiene su tiempo y su hora debajo del sol, como dice Eclesiastès en la Biblia.

   


Comentarios

  1. Excelente escrito que desnuda lo vil y perjudicial que puede ser un individuo en el ejercicio político.

    ResponderBorrar
    Respuestas
    1. Las desapariciones, tráficos ilegales, concesiones ilegales, planillas alteradas vienen usadas desde Marco Aurelio Soto y ahorita por partidos tradicionales

      Borrar

Publicar un comentario

Entradas más populares de este blog

Hasta después doña Gabriela

de Alicia y sus intenciones de nacionalizarse

de la percepción