del financiamiento a los partidos polìticos

Por estas coordenadas el Estado se encarga de financiar los gastos de los partidos políticos de acuerdo a lo consignado en el artículo 49 de la Constitución de la República. En ese entender la ley electoral vigente y pronta a desaparecer para dar parte a las dos nuevas leyes de administración y de justicia, por el orden, considera un capítulo acerca del patrimonio y régimen financiero.

Como patrimonio se identifican (1) el financiamiento público (en consonancia al artículo constitucional), (2) la deuda política, (3) las contribuciones donaciones, herencias y legados a su favor y (4) cualquier otro tipo de ingreso lícito.

El estado financia las elecciones primarias e internas de los partidos políticos que reúnen requisitos de competencia, Se les llama primarias porque los ciudadanos acuden en calidad de precandidatos y al agenciarse con el voto favorable y ganar se convierten en candidatos para participar en elecciones generales.

Las elecciones internas consisten en la elección simultánea de las autoridades de los partidos políticos y coinciden con las primarias. Todos los partidos políticos legalmente inscritos, que a la fecha, día y hora alcanzan 14 y probablemente sean 5 o 16, pero aquellos que acrediten no tener competencia interna, elegirán a sus candidatos en la forma que dicen los estatutos y bajo la nueva figura y sus tiempos de cumplimiento que define la nueva ley. La misma que se avizora aprobarán en un solo debate, de manera virtual… y con la incertidumbre virtual de la nueva normalidad, la opacidad centenaria y de más años y todas aquellas argucias que acostumbran los de siempre y de aquellos que se precian de su “fenotipo modificado”, pero en la práctica les delata su genotipo de siempre)

Para este proceso del 2021, el nuevo Consejo Nacional Electoral estima una inversión de un mil doscientos millones de Lempiras ¿o L.1500 millones?, que divido en “alta voz”, entre tres partidos políticos, significará la inversión ¿o gasto? por cada partido político.

En este tema existen opiniones que los partidos políticos deberían financiar con fondos propios tal evento comicial, pero una vez más tal intención y petición quedará a la espera de conseguir en algún día (menos hoy) al menos 86 votos de diputados del Congreso Nacional para ser real.

     En el tema del patrimonio se desglosa la llamada deuda política (en no menos del 15% del partido que alcanzo mayor votación y por lo tanto triunfó) que es el pago del Estado pro cada voto válido obtenido por los partidos políticos en el proceso general, siempre y cuando haya alcanzado al menos 10,000 sufragios en cualquiera de los tres niveles más votado, como lo establece la ley próxima a desaparecer y la cual, los diputados-voceros de las bancadas nacionalista, los que dirige Mario Segura y disidentes-no afectos a la autoridad central del partido liberal y los libres, han popularizado el discurso falaz que “la deuda política del 15% como mínimo es otorgada solamente por participar”, olvidando con propósito mal sano que de no alcanzar los 10,000 votos contenidos en “el párrafo que borran” ha ocasionado que partidos políticos no reciban tal afecto económico.

 Los partidos políticos Nacional, la facción del Liberal que coordina Mario Segura y los de Libre, han diseñado una nueva ley de administración electoral para tres partidos políticos. Han llevado la discusión a quitar “la paja del ojo” de los partidos de edad mediana, los de nuevo cuño (que en el mejor de los casos y después de alcanzar no menos de 10,000 votos en algún nivel de elección) han recibido entre 8-14 millones contra el presupuesto de todas las elecciones primarias e internas y la actual, con la presunción de que en esos comicios no existen la compra de votos, el tráfico de credenciales y la aplicación de “helio” en las urnas que contienen los sufragios de la población afín-partidaria y otra serie de denuncias de fraude que se pierden en el éter, en su acepción física, y engrosan los archivos de la impunidad nacional. Si lo anterior no es real, es ficción, esa misma que nos sobrepasa, ahoga y nos hace gritar ¡No podemos respirar!

En este discurso necesitamos alcanzar un análisis dialéctico, de momento solo hemos escuchado la amplia difusión de la tesis, pero esperamos incidir en los medios convencionales y alternos para hablar de la antítesis del financiamiento y que la población ajena a la vida política tenga la suficiente información para realizar el resumen que le permita su propia conclusión acerca de la falacia, la argucia y la instrumentalización del financiamiento a los de siempre, que se ha complementado con la oportunidad que les ha dado el desgobernar para saquear los fondos del Estado por diversas vías que van desde las más folclóricas que se transportan en carretillas, otras modalidades de hurto… y “las nuevas invenciones” de buena fe.

Sin duda, el país requiere de acciones concretas en el tema del financiamiento de los partidos, pero que sea franca, con todos los datos para una vez más (ante el fallo prematuro de la ley de política limpia) intentar evitar que el dinero del narcotráfico financie a los tres partidos que hoy presumen de bañarse en el Ganges, al menos una vez al año y al resto de los no tradicionales. Y no vuelva a mencionarse en ningún juzgado fuera del territorio. La acusación ejecutiva presidencial de financiamiento, pero tampoco legislativa, ni judicial. Talvez así estemos preparando el camino para recuperar la dignidad del país, mancillada por quienes hasta hoy han construido las leyes y con ellas las trampas, como dicen por allí.

 Del adagio popular “Ni nada que queme al santo, ni nada que no le alumbre”.

 

Denis Fernando Gómez Rodríguez 

Santa Lucía; Francisco Morazán    

Septiembre 8 de 2020

De donde las reformas electorales históricas y profundas son tan reales como un billete de un mil Lempiras ¿?

 

 

Comentarios

  1. Análisis acertado sobre las reformas electorales tan anheladas y demandas por la población Hondureña y Organismos Internacionales, que vislumbra un simple reacomodo de los mismos de siempre para mantener sus cuotas de poder.

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  2. Muy buen análisis, el pueblo esperaba algo verdaderamente democrático pero vemos que otraves aprueban lo que les interesa a ellos llevándose y pisoteando quienes se pongan al frente, al pueblo

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