adminículo

 

El diccionario de la RAE define la palabra adminículo, en una de sus dos acepciones, como “aquello que sirve de ayuda o auxilio para una cosa o intento”.

Cuando se habla de democracia, especialmente la moderna y aristocrática, es sumamente difícil pensar la misma sin elecciones y en ocasiones éstas, se interpretan como el fin mismo.

En contraposición al pensamiento anterior, existe una línea divergente poco privilegiada en espacios de discusión y menos de educación política (como excepción y no como regla) que insiste en que la democracia no se genera, menos concluye con eventos comiciales. En todo caso dichos eventos funcionan como adminículo, así como también los llamados valores democráticos que se proclaman en altavoz y se desconocen y violentan en silencio, aún en algunas ocasiones hasta las democracias identificadas como más sólidas.

Por esta región continental nos aprestamos a un proceso comicial que se compone de dos eventos: (1) el primario y (2) el general y en ambos debemos tener señales inequívocas de dar respuesta afirmativa al informe final de una misión de observación electoral que lapidariamente identificó haber presenciado un proceso de baja calidad técnica.

Lo cierto es que desde las instituciones políticas tradicionales nos han ensenado que la incipiente democracia se fundamente y consolida con asistir al evento comicial y después del mismo, las conductas de los gobernantes electos por voluntad popular o en su defecto por imposición institucional, se contraponen a la descripción real que implica la democracia plena, real y verdadera, de la cual distamos cada día más, especialmente por la "remilitarización" del estado de quien actualmente desgobierna.

Los procesos de educación política-electoral no existen como norma y cuando hay excepción, son escasos y talvez precarios, cuando deberían ser abundantes y sólidos porque la educación es liberadora (mencionó Freire) y con esa ausencia sistematizada por las minorías aristocráticas se convierte en un instrumento de promoción de ignorancia que da lugar al sometimiento por una especie de servidumbre política que les permita pervivir como hasta hoy. Lo anterior sin distingos ideológicos de quienes han desgobernado y que en la práctica han tenido comportamientos homogéneos.

Debemos hacer esfuerzos para que la población en general reconozca que el proceso comicial es solamente un adminículo que nos puede ayudar a completar un esfuerzo por gozar de la democracia real, plena y verdadera y no conformarnos con la que hasta hoy nos han vendido y hemos comprado, que se circunscribe a parecer democracia…pero solamente electoral. De momento esos ideales son distantes de lograr, por lo cual, el reto seguirá siendo el mismo y la tarea también.

 En horas se iniciará oficialmente la etapa de la propaganda electoral por 50 días y sin duda, estarán ausentes las propuestas de gobierno presidencial, de gestión municipal y de gestión legislativa (esperemos que excepciones aplique) y se impondrán las canciones populares adaptadas a las virtudes del precandidato/a y cualquier otro tipo de entretenimiento y de atrevimiento que despierte emociones afectivas y mecánicas más que consciencia.

Y pasarán las elecciones y los medios escritos, radiales, digitales y demás publicarán que asistimos a una fiesta democrática… que es solamente electoral y que ojalá no se convierta en una versión actualizada y recargada de la involución democrática continuista que desde sietes anos nos desgobierna en proporciones geométricas, no aritméticas.

Amable lector le invito a recordar que el proceso electoral, es solamente un adminículo para alcanzar esa democracia todavía lejana, pero apetecida y aunemos voluntades y esfuerzos porque un día el respeto a la ley sea regla, no excepción, la división de poderes sea verdadera y no ficticia y las demás características de la misma dejen de ser placebo y se conviertan en realidad, sin la influencia del flagelo del crimen organizado y demás males de la antigüedad, de la modernidad y de las posmodernidad.

De Montesquieu: “La democracia debe guardarse de dos excesos: el espíritu de desigualdad, que la conduce a la aristocracia, y el espíritu de igualdad extrema, que la conduce al despotismo.”

 

Denis Fernando Gómez Rodríguez

Santa Lucía: Francisco Morazán

Honduras: Centro América

22 de enero de 2021

 

 

 

Comentarios

  1. Denis Gomez nos recuerda que la democracia se construye con acciones claras y continuas.

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  2. Fue un gusto poder leer tan rica exposición y leer ese pensamiento, saludos

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