"coyuntura"...

 

La palabra que sirve de título a este comentario tiene sus acepciones propias que nos permite un idioma como el nuestro y para el efecto que me motiva escribir estas líneas usaré la de “oportunidad favorable para algo”.

Cuenta la historia que hace un par de años atrás, existió la oportunidad y la necesidad de hacer un “convenio” entre fuerzas disímiles e inversamente proporcionales en fuerza y en pulcritud. La oportunidad favorable provocó que una “fuerza grande” se uniera por derecho con una “fuerza pequeña” y ambas de hecho-o de facto- aceptarán a una que legalmente no existía. A ésta última le cedieron la “cabeza” y solamente la pulcra financió el 67% de la campaña (que el afortunado negó y niega, pero los comprobantes confirman) y adicionalmente, cedió otras posiciones en detrimento de sus parciales, que finalmente fueros desplazados, despreciados y depreciados.

Fueron tal los despropósitos de la fuerza grande que solamente una alerta de una fuerza completamente antagónica, aviso a un sector de la fuerza pulcra que no existía la mínima intención de consignar porcentaje alguno para reconocimiento monetario por sufragios válidos para su aliado y entonces, la oportunidad para reclamar apareció y fue favorable, no por convicción democrática, pero si por obligación revelada.

La fuerza pulcra se convirtió en hospicio de quienes un día formaron su fuerza legal y en poco tiempo dejaron de tener y en sus ínfulas vociferaban que hacían un favor con su participación, al grado que los que lograron ser electos, todavía lo creen, lo alardean inconscientes de su propia y particular anosognosia y niegan la historia de la historia de quien aún les alberga.

El tiempo ha pasado y también la coyuntura, la “fuerza grande”, también en su propia y particular anosognosia, olvidó el convenio legal y con quien lo forjó, ahora reclama los porcentajes de apoyo electoral como propios y únicos; persiguen y reclaman los cargos públicos de quienes legalmente fueron sus aliados y reclaman a los cuatro vientos, ser la única y verdadera oposición ( y “negociadora”).

Y así los síntomas, la alianza era de metal y barro, sus resultados más divergentes, más excluyentes de quien “la fuerza pulcra” que fue su principal aliada, que provoca evocar el dicho aquel que “para tener amigos como estos, no requiero tener enemigos”.

Desde el fin de la coyuntura pasada, “la fuerza pulcra” debe ser resilente ante las debilidades que le provocaron en ocasiones parecer tener funciones apendiculares, por una especie sintomática de rendición y sumisión a nivel particular, pero no general. Es tiempo entonces para: (1) reagruparse, (2) reidentificarse, (3) afirmarse, (4) fortalecerse, (5) establecerse y entonces y … solamente entonces, (6) CRECER. Este último es un reto, pero también una tarea.

Por lo pronto, resta pensar en que la “coyuntura” siguiente e inmediata (si existe), será diferente, porque no existirá autorendición, ni sumisión, tampoco sombras y menos … menos, parecerán apéndices.

Sin olvidar que si no es real, es ficción y viceversa

 

“La democracia sustituye el nombramiento hecho por una minoría corrompida, por la elección hecha a merced de la mayoría incompetente”. George Bernard Shaw

 

 

Denis Fernando Gómez Rodríguez

Santa Lucía; FM

Honduras, Centro América

26 de enero de 2021

 

 

 

 

 

 

Comentarios

  1. Al estilo de Ficción Histórica, el escritor revela una gran verdad. Lectura recomendada!

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