"inédito"

 

Cada cuatro años por estas coordenadas asistimos a ejercer el sufragio en un evento que consta de dos elecciones, la primaria y la general. Desde siempre se ha usado la mención de lo inédito (cada cantidad de años lo provoca desde si mismo). Una de los significados de inédito que encontramos en el diccionario (DLE) es “desconocido”, “nuevo”.

 Este proceso electoral se encuentra con una serie de eventos que le hacen “inédito” en su versión:

Por la separación de la función administrativa electoral y la de la justicia electoral; así como la elección de sus altos mandos por un proceso de audiencias publicas tan real como un billete de un mil Lempiras, donde los cargos ya estaban asignados con nombres propios y distribuidos antes de someterlos a una especie de “concurso ya prejuzgado”.

Por el nombramiento de altos funcionarios más allá de las competencias mínimas para el cargo y sopesados por su activismo partidario-sectario que ha ocasionado codirecciones tripartitas en el seno del aniquilado y estigmatizado ente electoral que por supuesto, ha triplicado la burocracia y con eso, ha estigmatizado como fraudulento la experiencia de años y se ha instaurado un discurso de transparencia (no de integridad electoral) más intrumentalizado e ideologizado que técnico.

Por cada una de las decisiones administrativas que lejos de crear certidumbre han ocasionado más INCERTIDUMBRE que la usual y normal, por la falta de información, por los asomos de imposición, por los alegatos de siempre sobre el espíritu del legislador y el otro, que menciona que lo que la ley no prohíbe, lo permite como excusas para cambiar las reglas de última hora, por cálculos políticos en detrimento de cumplir con condiciones eminentemente técnicas que respondan a la sentencia del 2017 de elecciones de baja calidad técnica y lejos, todavía lejos de mejorar las condiciones que nos ubican en el antepenúltimo lugar en el indice de integridad electoral. 

Por las disposiciones internas que rechazan la autoridad constitucional del nuevo ente administrativo electoral y la ceden a los movimientos internos de los partidos que abiertamente representan, en el supuesto que si el evento comicial es propio y si ese enfoque se impone, los sectores que proponen que el financiamiento de las primarias y también de la internas deben financiarlo con los fondos propios de los partidos y esperar, ni pedir fondos extras del estado.

“Inédito” porque el supuesto “nuevo censo” nacional electoral definitivo para las primarias, produjo más inconsistencias que el que se construye desde el 2017 y se señala como fraudulento. Producto de ese desafuero generado desde las dos bases de datos (la registral y la identificación) cortesía del Registro Nacional de las Personas ha dado lugar a inéditos “listados adicionales”, así como fueron los “votos rurales” del 2017.  

 “Inédito” porque los resultados electorales serán conocidos dos, tres, cuatro o más días después de la elección y que las tendencias de los resultados no oficiales se conocerán por los resultados de encuestas de “boca de urna” que en nada se asemejan a los resultados de un “conteo rápido”, ausente de este proceso primario.

“Inédito” por las eventuales proclamaciones de ganadores con resultados no oficiales producidas por encuestas de salida o de “boca de urna” y que serán oficiales cuando las actas de los resultados de las mesas electorales lleguen de regreso al ente electoral, el mismo día, la mañana siguiente, dos-tres-cuatro y hasta el infinito de días después.

Por la Pademia que nos agobia y ratifica que este proceso electoral primario ya  es “inédito” en su versión "per se". También espero que durante el evento comicial del domingo y después del mismo, sea “inédito” por su transparencia y por su integridad electoral que nos haga salir de la estigmática y lapidaria sentencia de “… baja calidad técnica”. El reto para la jerarquía electoral es enorme; la tarea porque las denuncias de fraude electoral sean mínimas y no significativas, estadísticamente hablando, también.

Mi voto no rural para que no nos pase lo que a los enormes conejos en “Fábula” (de Jorge L. Oviedo) y al salir de la centenaria oscuridad por el reaparecimiento del sol y debido a estar acostumbrado a la penumbra, no soportemos la claridad y nos saquemos los ojos. En el mejor de los escenarios y en el peor, nuestra candidatura para ser un anexo del libro “Cómo mueren las democracias”… aunque la nuestra sea electorera.    

Denis Fernando Gómez Rodríguez

14 de marzo de 2021

Honduras; Centro América

Al tío Jeffrye hasta allá, al otro lado del océano, ¡felicitaciones! Al cumplir tus tantos  

 

 

 

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