unidad
Recibí en la oficina que ocupo, la visita de una connotada figura del ámbito nacional y entre los diferentes temas abordados en el centenar y más de minutos que la plática sucedió, dejó en el temario del diálogo una sentencia lógica “se crece en unidad”, sentenció.
En
ocasiones confundimos por omisión voluntaria que la unidad significa
uniformidad y es lo contrario. La unidad no implica bajo ninguna circunstancia,
la uniformidad y pasa por respetar esas diferencias que leves o profundas son
válidas y además distintivas de quien las posee.
La
unidad debe construirse a pesar de las diferencias que caracterizan a cada uno
de los entes que buscan encontrar puntos, propósitos e intereses coincidentes a
través de los cuales lograr acuerdos que establezcan las bases de alcanzar la
unidad a pesar de las diferencias. Cuando se logren vencer esas
disfuncionalidades propias de la agenesia palpable en la construcción de patria
y de la identidad nacional estará más cerca de crecer.
Por
acá, como en otras coordenadas, algunos y ciertos temas generan mayores
aproximaciones de lograr unidad, por ciertos escasos, como el apoyo a la selección
nacional de fútbol. Entonces en contraposición lo común son los temas que
propician desunión y por cierto abundan, al grado de sobrepasar el umbral económico
(como se explica en entomología) y se convierten en plagas que imposibilitan
desde los comienzos de nuestra historia de siempre alcanzar un verdadero y
sostenido crecimiento como Nación.
Por
acá, la sentencia de la connotada figura connacional “se crece en unidad”
se vuelve un reto con escasas posibilidades de alcanzar porque priman los
intereses de las individualidades antes que los del país y se acrecentan los
egos institucionales y los egos personales, que restringen alcanzar acuerdos
reales y legítimos que alcancen a mostrar con vehemencia: (1) la tolerancia de
identificar las diferencias, (2) de aceptarlas y (3) de respetarlas, como
resultado de la precariedad en valores democráticos y ciudadanos que a un buen
sector no le interesan promover, menos practicarlas (porque no se pueden pedir
peras al olmo, dice el adagio) y menos, elevado a la potencia “N”, enseñarlas.
No en vano el apotegma del Sabio Valle sigue vigente en la Nación: “La
educación es la primera necesidad del Estado” y lamentablemente hoy en
pleno Siglo XXI, ser no solamente un tema vigente, pero también precario, como
signo que no hemos avanzado mucho… y de repente nada, talvez.
En
el campo político cabe el recordatorio para las dirigencias de los partidos que
han solicitado la inscripción de una nómina parcial conjunta a nivel
presidencial, “se crece en unidad”, que implica un trabajo de la comisión de
campaña conjunta y cualquier otra forma de organización deben velar por esos
intereses en común que les permitieron alcanzar acuerdos y dejar de lado los
intereses partidarios unilaterales.
El
PINU-SD y el PSH deben enfocarse sus intereses y esfuerzos de manera particular
a nivel de Corporaciones Municipales y diputaciones donde cada instituto
político tendrá sus propias nóminas y ojalá encuentren una fórmula para
solicitar el apoyo de los 4-5 de cada 10 connacionales que no son, tampoco
simpatizan con ningún partido políticos de primera, segunda, tercera o cuarta
generación. Si logran atinar en la ecuación, la oportunidad de recuperar el
Congreso Nacional de esa “alianza de repartición tripartita” que desgobierna
legislativamente, y será estará más cercano el desbaratamiento de el proceso de
inmunización que ha construido un sistema inmunológico que les promete mayor
impunidad a la que han gozado y todavía gozan.
La
sentencia “se crece en unidad” es propicia, oportuna y pertinente para
que las dirigencias partidarias y la fórmula presidencial se enfoquen en dos
principios que de momento, están ausentes del común denominador para provocar diálogos
y acuerdos, en la mayoría de los partidos. El primer principio utilizado en
administración “si en una reunión todos estamos pensando lo mismos, tenemos un
problema y es que nadie está pensando y el segundo principio, usado en
comunicación “que estemos de acuerdo en lo que no estamos de acuerdo”.
Si
al interno de la Unidad Nacional Opositora Hondureña se vencen los obstáculos,
se sobreponen a la amenazas y se aprovechan las oportunidades, “se crece en
unidad” se convertirá en más que un principio y será realidad, esa que ya
se avizora, se palpa y se siente la sensación térmica del apoyo y de las
simpatías crecientes que ya despierta, generando en algunos esas bajas pasiones
del ataque irascible y visceral propias de la anosognosia que no les permite
avanzar en asomos, al menos, para discutir y en el mejor de los escenarios, lograr
avances en temas como este. ¿?
A
la espera que José León, Doris Alejandrina y Salvador y sus respectivos equipos
de trabajo en la Unidad Nacional Opositora Hondureña, no olviden que “se
crece en unidad”. Si este ejercicio político tiene éxito, servirá como
antecedente para que el conglomerado nacional busque remediar los signos de la
precariedad que nos ocupa y preocupa e inicie un proceso de cumplimiento de
garantías para que el artículo 5 constitucional pase de declaración a HECHO…
para empezar.
De
William Blake: “El mejor vino es el más viejo, la mejor agua es
la más nueva.”
Denis Fernando Gómez Rodríguez
Honduras Centro América
5 de junio
(1) Y el 10 de mes, celebramos un año más de vida de Denis
Alberto. Celebramos y agradecemos a Dios por tu vida hijo. ¡Felicitaciones!
(2) Y es mismo 10, Marcela Patricia Canales Blandín, cerrará el
ciclo de educación escolar y estará habilitada para continuar su preparación
universitaria. Eben Ezer, Karla Marcela y Estefanía.
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