¿no prescribe?
Por este territorio continental quienes de manera continua, desde hace casi 12 años, nos desgobiernan han afanado en destruir no solamente el estamento jurídico, sus instituciones, saquear el erario de manera sistemática y de “buena fe” y últimamente en vender el territorio, bajo el pretexto de vender la ilusión de empleo (en un costo-beneficio no significativo estadísticamente hablando) como una tropelía más de un partido que se precia de ser “el más grande”… el más organizado… ¿e “insaciable”? y +30 desvirtudes resumidas en la imagen gráfica de la su bandera y la taenia solium que representa.
A
la fecha, día y hora de este comentario, no desconozco que se ha escrito a la
saciedad, a favor y en contra; por lo tanto, no pretendo escribir sobre lo
escrito. Es recurrente leer y escuchar que los actos delictivos de traición a
la patria no prescriben, pero en casi 200 años de historia o de la celebración
del Bicentenario, no he conocido que ninguno de los célebres personajes que
enumera e identifica y describe una publicación del Consejo Nacional
Anticorrupción, no han sido ni levemente enjuiciados, menos juzgados y pero,
condenados con sentencia condenatoria firme. Lo anterior es muy patético para
un territorio que se precia de ser estado.
Por
acá, hemos tenido y tenemos leyes a cual mejor gusto jurídico, unas
caducas-vencidas-obsoletas y otras tan novedosas y tan discrecionales-opacas
como el famoso nuevo Código Penal, llamado también el de la IMPUNIDAD, esa
misma que tristemente nos acompaña desde siempre y si no provocamos una
disrupción, amenaza con acompañarnos por un Bicentenario + 30 años más, como
parodia a la sentencia de un representante sanguíneo del clan aquel, cuyos
lemas como “caiga quien caiga” y “nadie está por encima de la ley” , se han
encargado de torcer la ley en un lugar continental donde no todo se debe, pero
todo se puede.
El
artículo 555 del nuevo Código Penal establece que quien ejecute actos contra la
integridad territorial de la república y la someta al dominio extranjero de
manera parcial o total, comprometa su SOBERANÍA o atente contra la unidad del estado,
debe ser considerado como traídos a la patria y ser recluido con prisión entre
15-20 años… ¿aplica para las zedes? ¿celebraremos otro bicentenario con la
consigna que este delito no prescribe? ¿serán enjuiciados políticamente los que
desgobiernan ejecutiva y legislativamente? ¿Serán las tropelías de don Juan y
de sus dos rivales políticos, pero íntimos ¿y de repente socios? un anexo de la
historia del libro del CNA. O nos levantaremos, sino en armas, en otras
acciones cuya legalidad y legitimidad nos permitan la disrupción de esta tricolor
conducta de vender la Soberanía, la dignidad y el territorio al mejor postor,
con el mismo efecto placebo de los últimos 12 años, pero también de los 200 que
nos han condenado de “buena fe” a labrar las honduras del abismo de la
precariedad holística donde hoy nos encontramos desorientados por tanta IMPUNIDAD.
Seguiremos leyendo de los pros gubernamentales de la Zedes, de la “cuasi-oposición” de los empresarios que al final son como la historia del escorpión y la rana y también, de los contras que las prácticas autoritarias e inconstitucionales han impuesto, en ocasiones con conocimiento de causa y en otras con un supuesto desconocimiento que linda en “fingir demencia” y no senil, por parte de aquellos que se oponen y pretenden restar en lo claro, pero que en el “cuarto oscuro y adjunto”, se integran, se suman y también se lucran.
¿Y las Fuerzas Armadas y la defensa de la integridad
territorial y la soberanía…? ¡Bien gracias! El artículo 272 constitucional
es meramente declarativo, por ahora y desde casi doce años, solamente observan,
aplauden, y codesgobiernan bajo la misma bandera con la taenia solium, que
es la más grande, la más organizada y la más insaciable.
A la espera que venzamos la anosognosia que nos impide organizarnos cuando “Zedes-morona el territorio” como la última deposición del "alí local" y de los 40 que le siguen (como la interpretación correcta del cuento) y veamos el sol de la justicia en la condena venciendo la impunidad, pero con el temor de que nos pase igual a los conejos en “fábula” del connacional Jorge Luis Oviedo.
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