de las consecuencias
La vida diaria en cada uno de sus ámbitos requiere
de nosotros la toma de decisiones y por ende con cada una de éstas, las
consecuencias. Aún no tomar una decisión (que en resumen es una decisión),
conlleva consecuencias. No es posible en ninguna circunstancia que este ciclo
no ocurra; ¡imposible!
Por estas latitudes y altitudes el cambio de
gobernantes es materia juzgada; la mayoría de la población habilitada para
ejercer el sufragio determinó poner fin a 12 años de desgobierno, agobiado por
los escándalos extremadamente indulgentes de un sistema de justicia secuestrado
como nunca en los 200 años de historia republicana.
El “forjador” del segundo y del tercer tercio,
apadrinado y promovido por el del primero; se hizo acompañar entre sus achichincles,
de políticos, de no “apolíticos” confesionales por definición y que actuaron de
forma ideologizada e instrumentalizada por la “obligación” de gozar de la indulgencia,
de la concesión obsequiosa, en contraposición del mandato escritural de su
investidura y también de aquellos personajes promocionados por los conocidos
cooperantes.
A días de la asunción del nuevo gobierno, algunas de
estas figuras públicas han iniciado una campaña de reconciliación que se “teje”
por el perdón y el olvido, en cada uno de los actos en los primero 4 años, en
los segundos y en los terceros, donde se desbordó y degeneró el latrocinio y el
saqueo del erario. Sin duda que la influencia del relativismo moral, permea aún
a las personas que fueron llamadas para salir de la condición filistea, pero
que en sus “flaquezas” de integridad (entendida como quién soy cuando nadie me
ve), fallaron en sus intentos por “cristianizar” la política y “politizaron” la
fe.
Tal propuesta ha despertado hilaridad en los
sectores que hoy están próximos a gobernar. Los proponentes olvidaron
selectivamente que todas las decisiones, tienen consecuencias y de acuerdo a la
ley penal, quien comete actos dolosos, delictivos y demás conductas punibles
debe ser juzgado y sancionado o castigado por acción u omisión. Pretender la
aplicación del perdón escritural, al perdón penal, es tan instrumentalizado
como los 12 años de ¨pastoreo” de cabras y no de ovejas y ante el escenario que
abre el debate y busca la indulgencia, la misma que dispensaron los que
confundieron la vocación y los que socialmente apoyaron y también se deleitaron
del poder.
Que se necesita la reconciliación nacional es una
realidad desde junio del 2019, pero pasa por que la IMPUNIDAD, NO SEA MAS
IMPUNE. Y que aquellas personalidades sin distingo de partido político que
infringan la ley, reciban la pena, ¡nada fácil! hasta la fecha, día y hora de
estas líneas.
Para recibir el perdón y el olvidó escritural, se
requiere confesión de pecados (robar, mentir, fornicar, adulterar, matar, entre
otras) y arrepentimiento genuino para vivir una vida diferente, consagrada y
por lo tanto alejada de la avaricia, de la codicia y demás males que encierra
la sentencia bíblica de I de Timoteo 6:10: “porque principio de todos los males es el
amor al dinero…”
A la espera que el rumbo de la Nación se reoriente por
la Presidenta electa y quienes le acompañen en sus esfuerzos de gobernar, tomen
decisiones donde la unidad de medida constitucional sea el cumplimiento del
artículo 245 y sus 45 numerales; hacerlo tendrá consecuencias positivas para la
Nación, no hacerlo agravará las honduras del hartazgo.
Y que los nuevos creyentes que sean cercanos, opten y decidan por “no contaminarse con la comida del rey, ni del vino” y tampoco cambien su “primogenitura” por un plato de lentejas.
Si no es real, será ficción.
Al cierre
Primera de Samuel 16:7 “…no mires a su parecer…pues
el hombre mira lo que está delante de sus ojos, pero Jehová mira el corazón”
A nuestros lectores, ¡Feliz Año Nuevo 2022!
Denis Fernando Gómez Rodríguez
Honduras; Centro América
7 de enero de 2021
(1) 1.Felicitaciones a nuestro hijo mayor Fernando Alfredo y a Claudia Kamila,
por su reciente compromiso matrimonial.
(2) 2.Felicitaciones a Jorge Blandín Milla y a Gabriela, por su reciente compromiso
matrimonial
(3) 3.De la Patria donde el color de la bandera será de nuevo el azul turquesa
(decreto legislativo número 29 de enero de 1949)
(4) 4.Que la esperanza inmediata por un País diferente sea políticamente posible.
(5) 5.Del cierre del ciclo laboral y de no repetir el ostracismo. Tampoco de la
dormancia ocupacional
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