"relatos"
En una de sus acepciones los relatos se describen como la reconstrucción discursiva de acontecimientos interpretados en favor de una ideología o de un movimiento político.
La nueva realidad provocada por la pandemia sanitaria, crea nuevos relatos, nuevas narrativas en las ramas del conocimiento y de la tradición colectiva. Al ser este proceso de cambio altamente significativo, se alcanza a percibir y experimentar de manera editada y libre, que lo viejo, no deja nacer lo nuevo, como lo identificó Gramsci. Por estas coordenadas vivimos un interregno legislativo compuesto por dos directivas que se autoproclaman verdaderas (por lo tanto legales y legitimas), lo anterior, provocado porque las viejas y viciadas costumbres se han impuesto para tal disfuncionalidad con efecto inmediato en los actos oficiales de la toma de protesta presidencial donde la juramentación se realizó ante una jueza de sentencia y no ante el presidente de una de las directivas, pero tampoco ante la presencia del presidente de la otra.
En el discurso cada una de las dos facciones ha
construido su relato, su discurso, donde obviamente les asiste la razón de
manera inobjetable. Lo anterior, es sintomático porque el conflicto inicial es
político-partidario y cuya desasociación genera impactos negativos en la
población en general, incluida la que sin ser partidaria, ni partidista, ejerció
el sufragio de manera inédita y en esa misma franja, también la que decidió no ejercer
tal derecho constitucional de elegir y ser electo.
A esta alturas del partido, como se suele decir, ya la
escena inicial del abuso legal ha sido contaminada, como dicen los médicos forenses
y los investigadores policiales, por la consumación de un sinnúmero de ilegalidades
(que confirman esa incontinencia del irrespeto a la ley y sus procedimientos) y
la patética evidencia de la escasa o inexiste educación democrática que provoca
la imposición, como una nueva narrativa del relato extremo y contestario al fenecido
modelo que se instaló durante una década y dos años más, en ese recinto que “presume”
ser la casa de la democracia.
En tanto transcurre este entresijo, la cooperación
internacional insiste en que la democracia inicia con diálogo, ese asunto que
desde un par de años ya, está olvidado, es de poca importancia y en desuso por las
instituciones de derecho público, de las “neonatas” ¿y de los “mortinatas”? Lo
que eventualmente nos espera, es el intercambio de canonjías y cuando éstas sean
efectivas, nos quedará como triste resumen que debemos seguir orientando los esfuerzos
y sus presupuestos en aspirar para educar en la construcción de la ciudadanía
democrática, para que entonces, y solamente entonces, transitemos de la
barbarie impuesta al diálogo real con el cual se construye la democracia.
Los mandatos en los tres niveles electivos fueron claros,
definitivos y contundentes, con votos y con marcas, cualquier interpretación
cualitativa instrumentalizada será el reflejo de un nuevo relato y una nueva
modalidad de asaltar el poder, como amenaza latente en está frágil y precaria democracia
electorera, por lo pronto.
Estimado lector, no olvide que si no es real, es ficción.
Al cierre:
“La política no debe tratar de vengar el mal
realizado, sino de cuidar que no se reproduzca”. Otto Von Bismarck
Denis Fernando Gómez Rodríguez
Honduras; Centro América
31 de enero de 2022
(1)
De
donde tenemos dos directivas del Congreso y un solo País.
(2)
Se
va enero y llega febrero
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