cohesión social
Tuve la oportunidad de fungir como Diputado Suplente por el PINU-SD en la legislatura del 2006-2010. En ese entonces, era todavía común y frecuente escuchar hablar de la necesidad del país, de manera particular, por trabajar para alcanzar cohesión social.
Con el desaparecimiento del tema en la escena pública, “apareció” en su lugar el de la “reconciliación” nacional, que curiosamente tiene su lanzamiento de campaña mediática cada cuatro años por quienes alcanzar a gobernar, o en su defecto, a desgobernar, más como un placebo de esos que bicentenariamente nos han entretenido y peor, todavía nos entretienen. La tal reconciliación no se fragua porque la cohesión social en sus conceptos originales ha desaparecido y con su ausencia, reina la intolerancia política con su “modus operandi” de violencia oficial y no oficial que busca imponerse en el poder de manera cuasi-legal o ilegal como condición que no tiene ideología.
La reconciliación aparecerá, cuando la intolerancia y el odio del momento desaparezcan.
La sensación térmica del clima político del momento indica que estamos lejos de retomar los esfuerzos por alcanzar de manera real lo que el artículo 5 constitucional declara integración de todos los sectores en la administración del estado, en la estabilidad política y en la paz social. La intolerancia y los deseos de venganza que se registran, no permiten la tranquilidad de avizorar el norte (como escenario menos probable, pero deseable) que indique las decisiones y las acciones para que el país deje de ir en reversa y propiciemos un espacio, para iniciar con pisos firmes los asomos para buscar y alcanzar consenso y sentido de pertenencia e interés común que nos haga recordar que aunque tres o cuatro personalidades interpartidarias y sus grupos de financistas nacionales ¿e internacionales por razones de amplio espectro ideológico? definan los “destinos”, claros y oscuros de la Patria, solamente tenemos un país que recuperar, que refundar dicen los que ahora gobiernan y ojalá, que en este último, por desgobernarlo, lo terminemos refundiendo en la miseria, la precariedad y demás siniestralidades que nos ocupan, sobrepasan y preocupan.
Ni el tema de la reconciliación se proyecta viable, menos el de la cohesión y con ambas deudas de cumplimiento de alcance, seguiremos “esperando” los cambios prometidos de campaña electoral y su publicidad engañosa como en el mercadeo, tendremos que conformarnos con el adagio aquel de “no pedirle peras al olmo” y talvez, seguir levantando la bandera para que la historias de la historia que no debemos olvidar, nos sirvan de motivación para reencontrar los caminos donde se quedó la cohesión social y a lo mejor antes, reencontrar el de la verdadera reconciliación.
De donde real y prácticamente la cohesión social no
interesa, tampoco la reconciliación, menos la educación de la colectividad.
Al cierre
“... mantener la disciplina y desarrollar el espíritu
de cohesión siempre necesarios para cualquier tarea colectiva.”: José
Saramago
Denis Fernando Gómez Rodríguez
Honduras; Centro América
7 de agosto de 2022
Y el próximo miércoles 10 de mes, nuestro nieto Denis
Joel alcanzará su primer año de vida ¡Felicitaciones! Extensivos a su mamá y a
su papá, alégrense y celebren.
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