“deconstrucción"
Es una palabra contraria a construir.
En una de sus acepciones, consiste en el desmontaje de un concepto.
La democracia es una los sistemas políticos que recibe constantes amenazas a nivel mundial, en el ámbito continental sucede en situaciones similares y muy contextuales, a nivel regional también padece sustos y a nivel local tampoco somos la excepción y somos parte de la regla, en relación con los esfuerzos sostenidos en deconstruir la democracia, el sistema de derecho y los demás derivados de este asunto.
La constitución de la República define que somos un país donde la forma de gobierno es republicana, democrática y representativa con tres Poderes: el legislativo, el ejecutivo y el judicial, complementarios e independientes y sin relaciones de subordinación de ningún tipo... de ninguno, conceptualmente.
Semanas atrás, una alta funcionaria de las organizaciones cooperantes internacionales publicó un recordatorio acerca de los 4 principios que rigen en el estado de derecho, con la aparente intención de recordarnos, por si los últimos 12 años recientes de oscuridad, nos hicieron olvidar y ante la coyuntura del momento, presume ser el norte en este nuevo tiempo político.
La deconstrucción del estado de derecho, de la institucionalidad, de la transparencia, entre otras situaciones, ha sido sistemática y sistematizada especialmente por coaliciones multipartidarias de origen centenario y sus mutaciones. Adicionalmente, en etapa de metástasis y con desarrollo de resistencia en amplio espectro a toda iniciativa que sirva como antídoto en los asomos por la recuperación y la reconstrucción del estado de derecho y sus consecuencias.
El gobierno recién electo tiene el reto de establecer acciones congruentes contra la deconstrucción que en tiempo de campana criticó y prometió combatir y extirpar, ya no como oposición, ahora como gobierno donde se cumple el adagio aquel: no es lo mismo verla venir, que platicar con ella.
Los desafíos de cumplir con las promesas de campaña que encantaron para que se impusiera el hartazgo, como la de derogar todo el sistema de impunidad y la instalación de una lucha internacional para tal fin, que además, no sea equivalente a la expresión de “burro amarrado contra tigre suelto”, serán como los “marcadores tumorales” los que definirán el compromiso o la falta del mismo por cumplirle al pueblo, caso contrario, causarán “desencanto” y sumarán puntos para que el hartazgo que les encumbro al triunfo, sea el mismo que les devuelva al valle y la deconstrucción continuará y se “desaparecerá” el estado y el país.
Como en todo siempre ha sido, es y será más fácil y rápido deconstruir que construir. El gobierno socialista y democrático tiene la palabra.
Al cierre:
Otto Von Bismarck: “Cuando quieras engañar al mundo, di la verdad.”
Denis Fernando Gómez Rodríguez
Honduras, Centro América
25 de julio de 2022
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