del nuevo 2023

Han pasado las celebraciones de final del 2022 y ha aparecido el 2023, con sus 365 días que generan las expectativas propias de esperanza por un ano que tenga 180 grados de diferencia al que ya nos dejó.

Por estas coordenadas territoriales se repiten las proyecciones de costumbre cuatrianual en los campos económico, social y político. Las condiciones actuales no mejoran, los escenarios proyectados tampoco. Un asunto de 200 anos y más, que a un ano del cambio de gobierno, no da señales o asomos, de ser diferente en proponer acciones concretas que busquen cambios profundos, quizá porque la forma de pensar cuando se es “oposición”, se modifica y muta a la costumbre una vez hechos gobierno.

La tasa de crecimiento para el nuevo ano preocupa a los entendidos y se emiten diferentes comentarios de lo que el “desgobierno” debe dejar de hacer y de lo que puede hacer para que realmente se generen empleos (no los públicos, porque la burocracia no produce nada más que gastos) y se aminore el eventual impacto de una recesión mundial y de su impacto propio a nivel local.

En el campo social se mantiene la inseguridad jurídica como una realidad que no abona a mejorar la sensación térmica del clima de desempleo al ahuyentar la inversión que permita producir los empleos capaces de generar valor y de capturar valor, que la ocupación laboral gubernamental no puede producir por diseño.

En el campo político (el origen de todos los males del país, por las decisiones que se toman y por las que no se toman) aparecen los escenarios de complot y las historias diversas en relación con la elección de la nueva Corte Suprema de Justicia, incluyendo los nuevos relatos de imposición multitudinaria que desde enero del año pasado han aparecido en el ámbito nacional, como nuevos mecanismos de resolución de conflictos generados por el famoso espíritu del legislador, por la omisión perniciosa, por la moral de situación y por el resto de artilugios comunes e históricos de la gestión pública nacional. Similares condiciones asoman con el tema de la elección del nuevo fiscal general.

La otra expectativa del ano es la instalación de la Comisión Internacional de la Comisión Internacional Contra la Impunidad y la Corrupción, que debe sobreponerse al cumplimiento de la carta de entendimiento para ser una realidad la exigencia primeramente ciudadana y luego, adoptada por la candidata que hoy ejerce la función ejecutiva del estado. En este tema, la esperanza es porque no sea un placebo más y venza las sombras de la coartada legislativa que hizo en dos días o tres, desaparecer la misión de acompañamiento que la OEA patrocino.

Los medios de comunicación dicen que la ciudadanía pide cambio de la mayoría de las personas que integran el gabinete de gobierno quienes no han logrado despojarse de vestir de ocre-medio, tampoco han trascendido de su activismo y continúan maldiciendo al desgobierno de los últimos doce años, intentando avanzar, sin dejar permanentemente de seguir viendo por el retrovisor como restricción por diseño partidario-partidista y sectario.

A medida avance el ano, se acercará la elección desde el legislativo de las instituciones que conforman la función electoral constitucional y se repetirá la repartición de siempre, donde en los dos cargos suplentes del Consejo Nacional Electoral y del Tribunal de Justicia Electoral tendrán nuevos inquilinos partidario, en el mejor de los escenarios y con la repartición, aparecerá nuevamente el clima de incertidumbre que no tiene ideología, la de siempre y que nos retrata la escasa educación democrática que bicentenariamente nos profundiza las honduras de los baches que transitamos.

De donde los que ayer fueron oposición y hoy son gobierno hacen eco del pensamiento de Mario Benedetti: cuando teníamos todas las respuestas, cambiaron todas las preguntas.

 

Al cierre

“El propósito de la educación es mostrar a la gente cómo aprender por sí mismos. El otro concepto de la educación es adoctrinamiento”. De Noam Chomsky

 

 

Denis Fernando Gómez Rodríguez

Honduras, Centro América

03 de enero de 2023

Ebook

Pulso de la Nación-primera parte: de la democracia criolla ¿ficción o realidad?

 

 

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