¡Las señales ya están aquí!
Por estas coordenadas geográficas la propaganda gubernamental del año pasado, del Instituto de la Propiedad, para anunciar el calendario de matrícula vehicular, utilizo la consigna que hoy nos sirve de titular.
Hoy en el 2024, ¡las
señales ya están aquí! e indican que este año se comienzan a oficializar
las aspiraciones presidenciales ¨prematuras” por parte de las personalidades que
son parte de los principales partidos políticos considerando su “masa de
votantes”. Con este aviso, se inicia la carrera interna del oficialismo y del
no oficialismo con suficiente “anticipación” al llamado de elecciones primarias
que el Consejo Nacional Electoral debe oficializar en el mes de septiembre (seis
meses antes) para la celebración de las elecciones primarias en marzo del 2025.
En ese mismo 2025 se deben convocar en mayo, las elecciones generales de
noviembre, en el entendido que el cronograma electoral como herramienta legal y
legítima se cumpla y se respete, especialmente por quienes ahora gobiernan o
intentan hacerlo.
Como ¡las señales ya están aquí!Se vuelve necesario recordar los siguientes aspectos que deben atenderse desde la necesidad de mejorar los indicadores de país en el tema técnico, no político de la transparencia y la integridad electoral (entendida como la capacidad que tienen los organismos electorales de organizar y gestionar elecciones que cumplan con los requisitos internacionales) que sirva como medidas preventivas ante la alta sensibilidad de las elecciones primarias, como el de ser el “caldo de cultivo” para las denuncias de fraude electoral y posteriormente, la réplica de similar amenaza en la celebración de las elecciones generales, en sus etapas pre, durante y post.
En ambos eventos se deben cumplir con rigurosidad los indicadores de elecciones libres, transparentes, integras y democráticas, en el escenario ideal de un compromiso por convicción democrática por parte de los partidos políticos, como excepción a la norma, o en su defecto, por la ausencia sistemática y sistematizada bicentenaria y más de la primera condición, por obligación.
Es oportuno, pertinente y propicio, entre otros aspectos, entonces:
1
El cumplimiento de la ley electoral
Para citar un ejemplo: el Consejo Nacional Electoral debe hacer cumplir y aplicar el artículo 148, numeral 5 donde establece la cancelación de la inscripción de los partidos políticos que no hayan obtenido por lo menos (1) un diputado al Congreso Nacional o (2) un alcalde a nivel municipal en las elecciones generales. A la fecha, día y hora de estas líneas, no existe resolución oficial para cancelar la inscripción de los partidos (a) UD, (b)Vamos, (c)Nueva Ruta y (4)Faper (reincidente). El incumplimiento de la responsabilidad administrativa por parte del ente rector constitucional viene a engrosar la debilidad general del país en la costumbre inveterada del incumplimiento de la ley y por ende, suma a la inseguridad jurídica que adolecemos.
Es necesario reconocer que de aplicarse debidamente la ley, los partidos políticos pueden presentar su amparo ante la Sala Constitucional de la Corte Suprema de Justicia, y eventualmente, esperar a su favor el reclamo de la jurisprudencia en la “rehabilitación judicial” del Faper y de la Alianza Patriótica, allá por el 2016, ante la resolución de desinscripción emita en el 2014.
2
El fortalecimiento de la transparencia e integridad electoral en materia de ingeniería de datos.
Se deben definir con suficiente anticipación los mecanismos de transmisión, de recepción, de asignación, de contabilización y de auditoría de datos. En el mejor de los escenarios del compromiso es la utilización del “blockchain” que evite las denuncias en elecciones primarias e internas y en elecciones generales de manipulación de datos del pasado o la “ausencia programada” de la información necesaria y entonces, que los protocolos y los casos de uso sean claros y de conocimiento de los interesados como competidores, pero también de la población en general empoderada por el solo hecho del financiamiento publico que abre el espacio para el reclamo de que lo público sea público en el cumplimiento de principios de transparencia generales y específicos.
3
Las Juntas receptoras de votos conformadas por ciudadanos
Los
partidos políticos deben tomar la decisión política de dejar de nombrar a sus
activistas para que el día de la elección manipulen los documentos electorales,
cuenten los votos, los registren y transmitan. En palabras concretas deben
salir de la coadministración del proceso electoral y descontaminar el mismo para
adecentar la brecha de las denuncias de fraude electoral que no tienen
ideología.
Asimismo,
se debe eliminar la figura placébica de los observadores de partidos políticos
minoritarios. Para dar paso a que los integrantes de las Juntas sean ciudadanos
como primera, principal y única condición y entonces, se cree la figura del
fiscal de partido político como instancia inmediata e inicial para dirimir los eventuales
conflictos de la jornada comicial y del evento post electoral, específicamente el
conteo público de los votos y donde todos los partidos legalmente inscritos
deban tener representación como cumplimiento de los dos indicadores de la
democratización del sufragio a través de la inclusión y la pluralidad.
¡Las señales ya están aquí!
y nos
recuerdan la urgente necesidad de revisar las vulnerabilidades técnicas pero también
las políticas como catalizadores de las primeras porque sin duda, los intereses
del oficialismo en cada uno de los partidos políticos legalmente inscritos y
también, los que deben desinscribirse (considerando que por estas coordenadas geográficas
“todo se puede, pero no todo se debe”) nos avocamos a procesos comiciales con
intensas y profundas señales alertas y con incesantes alarmas de amenazas a la
lábil democracia criolla y electorera en su proceso primario y general, como
cumplimiento del guión de la agenesia electoral que padecemos, que nos ocupa y
doscientos años y más, todavía nos preocupan.
¡Las señales ya están aquí!
Y
ante la falta de independencia de los poderes del estado, del reciente ayer y
del hoy; sumado a la inactividad sintomática legislativa, que en los resultados
recientes de la medición del índice de integridad y transparencia legislativa
nos coloca en el último renglón de Latinoamérica (superando la calificación negativa
anterior de cerrado y opaco del Congreso de 12 años) nos debe forzar a reflexionar
para recatar el país de una clase privilegiada que antes de detentar el poder “no
parecen” oligarcas, tampoco aristócratas, pero al detentarlo su verdadero “genotipo
político” que no tiene ideología, se
impone y su “fenotipo” y por lo tanto su “práxis” les delata.
Al
cierre
“La
democracia debe repensarse” Daniel Zovatto, politólogo y Abogado
Denis
Fernando Gómez Rodríguez
Honduras-Centro
América
15
de enero de 2024
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Pulso
de la Nación-primera parte: de la democracia criolla ¿ficción o
realidad?
Pulso
de la Nación-segunda parte: de la democracia electorera ¿ficción o
realidad?
Transformación
digital de las organizaciones
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