¡Resucitó!
¿Por qué buscáis entre los muertos al que vive? Lucas 24:5.
Este es uno de los pasajes
que la escritura narra sobre la profecía-la promesa - después de los eventos de
la entrada en Jerusalén y los subsiguientes que derivaron en la condena a morir
en la cruz. Tres días después se levantó de entre los muertos, resucitó (como
dice el canto de Vincent Valedon… no está en una cruz, clavado, ni en una tumba
sepultado…) y con ese evento, venció la muerte como condenación. Como he
escrito en los dos comentarios anteriores, ahora quedamos a la espera de la
segunda venida de Cristo, conocido como Maranata-“Cristo viene- otra vez-” y
aunque tal espera, en ocasiones ha sido objeto de burla, seguimos esperando en
esa fe que no avergüenza.
Cristo resucitó y ese evento
le coloca como una ventaja comparativa con otros personajes que después de la
muerte, sus cuerpos permanecen en los lugares donde fueron depositados. Lo
cierto es que por muy connotada que se reclame su trayectoria en los diferentes
campos del conocimiento humano, sus
restos mortales yacen en el lugar asignado.
Como escribí en el
comentario anterior, para la doctrina cristiana la resurrección es uno de los
temas irreductibles, es decir, son fundamentales y no son negociable. Es decir
todo pensamiento ortodoxo de la fe debe contemplar la resurrección de los
muertos, entre un par de temas más y cualquier alejamiento o ausencia de estos
le coloca en la categoría de sectas.
Por lo tanto, el tema de
la resurrección aplica a quienes hemos creído al mensaje de la fe cristiana y
Pablo menciona que “de no haber resurrección de los muertos, comamos y bebamos
porque mañana moriremos”, sin esperanza,-sin fe. Gracias a Dios por la
resurrección de Cristo como una promesa cumplida más y nos prepara para
trascender a una vida diferente y eterna,
Hoy se cierra el ciclo de
la conmemoración de la vida de Cristo, las lecciones son múltiples-son variadas,
unas trascienden del ámbito espiritual al material, donde las conductas son las
mismas de siempre y pese a la nueva modernidad, son agravadas y hasta
degeneradas por el libertinaje del momento que nos seduce, entretiene y nos
puede llevar a transitar como las mayorías, por el camino amplio. espacioso del
deleite y el encanto en vez de transitar por el camino angosto, ese que pocos están
dispuestos a seguir.
Sin muerte en la cruz y derramamiento de sangre, no hay perdón de pecados, tampoco Resurrección de los muertos. Jesucristo no está en una cruz, clavado, ni en una tumba sepultado… él vive eternamente y la promesa para nosotros, una vez que muramos-una sola vez-como lo expresa Gálatas 9:27 o en su defecto, vivamos, es que seremos arrebatados en las nubes para ser testigos de que Maranata –Cristo viene-otra vez- por una Iglesia santa, sin mancha, ni arruga.
No importa cuanto tiempo
dure más la espera del cumplimiento de la promesa-de la profecía, que se cumplirá,
se cumplirá, como la historia ha contado con la conmemoración hasta hoy de lo
cumplido, de lo recordado, de lo celebrado y de lo agradecido… ¡RESUCITO! ¿Por
qué buscáis entre los muertos al que vive?
Al cierre
Hechos
1:11 (RVR1960)
“Los
cuales también les dijeron: Varones galileos, ¿por qué estáis mirando al cielo?
Este mismo Jesús, que ha sido tomado de vosotros al cielo, así vendrá como le
habéis visto ir al cielo.”
Denis
Fernando Gómez Rodríguez
Honduras-Centro
América
31
de marzo de 2024
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Pulso
de la Nación-primera parte: de la democracia criolla ¿ficción o
realidad?
Pulso
de la Nación-segunda parte: de la democracia electorera ¿ficción o
realidad?
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digital de las organizaciones
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