Elecciones Generales, Censo Nacional Electoral y proyección de resultados

Por estas coordenadas, a la fecha, día y hora que escribo, estamos a 6 días y 9 horas del proceso general, que tendrá una novedad desigual conocida como reelección presidencial inmediata e indefinida, por lo pronto y a la cual se han convocado más de seis millones de hondureños.

Como ha sido la costumbre histórica, tres partidos políticos considerados mayoritarios (avalados por los resultados electorales del 2013) hacen sus proyecciones de alcanzar más allá de 1.3 millones de votos y que de ser reales las mismas asistirán a votar al menos, 3.9 millones de hondureños, como hipótesis.

De los más de 6 millones de personas habilitadas para ejercer el sufragio, cerca de 1.2 millones está ausente del suelo patrio (generando un aproximado de 19% de ausentismo) que dan como resultado 4.8 millones de eventuales sufragantes.

Las cifras proyectadas establecen que idealmente, los seis partidos minoritarios de siete (el socialdemócrata va en Alianza presidencial) “podrán” eventualmente captar apenas 900,000 mil sufragios y en el mejor de los escenarios repetirán el 1% de la votación general y un par de ellos, de repente, no cumplirán los requisitos del artículo 98 de la Ley Electoral y al ser “desinscritos”, irán en ámparo a la Sala Constitucional de la Corte Suprema de Justicia y serán de nuevo reanimados judicialmente como medida de justicia en materia de derechos humanos como en el 2014.

Los históricos de participación electoral, si se logra la asistencia de un 60% del Censo, los valores alcanzarán 3.6 millones de sufragios que bajo ningún ajuste coincide, menos coincidirá con las proyecciones de los partidos mayoritarios (¿?) y los que no ganen, sin duda alguna, habrán proyectado mal. Los "pronósticos" y los "pronosticadores" indican que la diferencia entre el primero y segundo será entre 5 a 6% de diferencia.

A medida se resten los días para el próximo 26 de noviembre, los resultados de las encuestas partidarias seguirán su divulgación (no pública convencional) tratando de persuadir a la colectividad nacional “que el cambio ya empezó y debe continuar”, “que nace la esperanza…” y que la Alianza ganará…” entre otras expresiones.

Que las elecciones generales sean lo más transparente posibles, si no es por convicción, al menos por OBLIGACION.

Del reto histórico de vencer la histórica anosognosia política (de Gaspar V) … y la electoral (agrego yo) que no tiene ideología.

Denis Fernando Gómez Rodríguez

19 de noviembre de 2017

A 4 días de mi particular y familiar “TPS” patrimonial
De cuatro años más… para Catar 2022 ¿…?