"babel criolla"

             La congresista y Designada Presidencial de la socialdemocracia de por acá, cuestionó que la autoridad máxima en materia electoral, de acuerdo a la Constitución de la República, y especialmente las tres personas que ostentan la dirección de la misma al no lograr ponerse de acuerdo, emiten una versión local de la torre de babel en su acepción electoral.

Esa versión criolla de la torre descrita en la Biblia, ha creado mayor incertidumbre en el proceso de elecciones generales, de las que realmente debería. La falta de información, la ausencia de decisión política por definir una estrategia de comunicación que cumpla con una de las máximas de transparencia “que lo público sea público”, es de momento una afrenta para los intereses partidarios-políticos y sectarios que representan; algunas de estas dignidades con el mínimo rubor admiten que antes de su formación académica, está su militancia activista y sectaria que les hace repetir una frase que conocí recién ingresado al campo político-electoral, de que su función es que gane su partido y que no pierda.

La “babel criolla” inicia primero con las acciones políticas de quienes por cerca de 200 años han desgobernado la Patria, como una herencia que ahora se reclama tripartita donde los fenotipos (rasgos físicos externos) son diferentes en color, en consignas, pero genotípicamente (la herencia genética) son iguales, aunque mutados. Esta versión criolla de la torre, aparenta a la luz del sol que no hay entendimiento posible, pero al momento de la oscuridad, definida como la ausencia total de la luz, la confusión tal, desparece; negocian, se ponen de acuerdo y se reparten el desgobierno de forma tripartita; donde el “ganador”, con ausencia de certeza, y los” dos “perdedores”, como rémoras mayores (entendiendo que hay menores) le cuestionan en público, pero le aplauden en privado como los socios impolutos, asépticos e inocuos que desde 200 años, forjan cada día las honduras de donde habitamos.

Hasta cuando durará la babel criolla, hasta que lleguen al cansancio provocado por el fingimiento demencial que no tiene ideología; que atenta contra la seguridad, la educación y la salud del país, pero también atenta contra una democracia electorera débil ¿o mejor frágil?, donde la identidad juega a ser doble, donde censo no aleja la queja de que en la versión dos de Coco, la película, los finados ejercen el sufragio y también elijen; con capta huella o sin ella porque la perversidad se sobrepone y de manera exponencial, por la sentencia aquella de que el fin justifica los medios… y donde lo que importa es ganar, aunque pierda.

Esa liberal, libre y nacional confusión que provoca las “ilusiones” del momento, se disuelvan después de negociar (1) la transparencia y (2) la integridad electoral y se pongan de acuerdo para apagar la hoguera del fuego que además, encendieron.

         Así las cosas, mientras ese escenario llegue, se detendrá sin excusa el cumplimiento del cronograma electoral, hasta que la ampliación del presupuesto sea aprobada, por los productores y guionistas legislativos, donde para no perder la costumbre, por esta única vez como suelen mencionar en tiempo de elucubraciones, construyan su tramo de la torre y por lo tanto, su propia confusión aparente, porque si no es real, es ficción de la que nos ocupa, pero sobretodo preocupa.

 

De Napoleón Bonaparte: “La gloria es fugaz, pero la oscuridad es para siempre”.

 

Denis Fernando Gómez Rodríguez

30 de julio de 2021

Y se va julio

(1(1)¡Bienvenida! Hosanna Evangelina Amderstrom.

(2(2) Y en agosto, llegará Denis III  

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