"Pulso de la Nación"

 

    Por estas coordenadas geográficas existe un canal de televisión no convencional que emite un programa que responde a ese nombre. En ese espacio se analiza con invitados acerca de los sobresaltos en el acontecer nacional y se presentan recomendaciones para mantener la frecuencia normal de los latidos en los parámetros normales y evitar complicaciones que eventualmente nos hagan colapsar a nivel político, económico y social.

    De manera general el “pulso de la Nación” da una especie de “sensación térmica” de peligro. Por acá, lo usual son las crisis provocadas por escándalos, pero también por la desmedida ambición de quienes todavía nos desgobiernan, junto con sus respectivos acólitos de la Cofradía de turno que por supuesto no tienen ideología.

    Por acá, pero también por allá, aglomerando otros predios continentales e  insulares, existen personas especialistas que “encienden el fuego y apagan la hoguera”, en otras palabras cuando no existen crisis, las crean… y de repente las solucionan al mero estilo de Marvel. “El pulso de la Nación” no registra valores estables permanentes; al momento los temas como las zonas especiales de empleo, sus realidades y sus ficciones; el tema electoral de la ampliación presupuestaria y las reformas inmediatas a la reciente nueva ley, que ha sido bautizada por sus creadores como la panacea de la agenesia del proceso electoral nacional, buscando salvaguardas aparentes que eviten resultados prematuras como los del año 2005 o el otro extremo, de los resultados tardíos del 2017.

    “El pulso de la Nación”, también se mide por las sanciones que el gobierno vecino-amigo-benefactor del norte, la ha impuesto, impone y seguirá imponiendo a una serie de figuras políticas que se han hecho acreedores por sus “logros” públicos a ser enlistados o “enrolados” (como dicen los tres señores del fallido proyecto “identificate”) por sus actos de corrupción local, pero curiosamente sobreseídos por derecho o de facto por quienes mal administran la justicia, por cierto también agenésica que nos han heredado los representantes políticos de los partidos longevos y el derivado que han desgobernado sin igual, pero que la respectiva anosognosia político que acuño el extinto y recordado Gaspar V (QDDG), presumen de bañarse al menos una vez, en el Ganges.

    “El pulso de la Nación” nos indica que las amenazas al proceso electoral de noviembre 28, tiene para el “consejo tripartito electoral”, amenazas locales externas, pero también las tiene internas, donde los que encienden el fuego y también apagan la hoguera, coinciden en la unidad de propósito de crear incertidumbre, desconfianza y con esos “alicientes”, ser disruptivos en esta práctica electoral de baja calidad técnica y a lo mejor, crear una transición de gobierno no convencional que les permita asaltar el modelo electoral colapsado y dar concresión a los sueños de una constituyente que refunde ¿ o refunda? la Nación, al amparo de las nauseabundas negociaciones de siempre que solamente buscan el beneficio de grupos de oligarcas, de aristócratas, donde unos se consideran revolucionarios y progresistas, aunque sus raíces y modelos de pensamiento y de vida les hagan parecer más burgueses, que aquellos a quienes combaten y condenan, como la principal contradicción nacional.  

    “El pulso de la Nación” nos obliga a dedicar atención a las serie de pulsaciones, para que no nos provoquen mayores inconvenientes a esta democracia frágil, calificada como híbrida, que le falta para ser imperfecta, pero que si decrece puede ser autoritaria.

    “El pulso de la Nación” requiere que depongamos el interés político partidario y sectario; que depongamos el interés grupal y el personal para rescatar la dignidad de una Patria que se mal vende en porciones-parcelas de terreno con Soberanía incluida y cuyos relatos de no ser reales, serán ficción, esa misma que nos ha labrado las honduras corruptas e impunes que legislativamente se imponen, en lo remoto, en lo virtual, con distancia y ausencia mayor a la indicada por la Pandemia.

    “El pulso de la Nación” obliga a identificar a las personas sin distingo de ideología, su “modus vivendi” y su “modus operandi” les provoque “encender el fuego y apagar la hoguera”, luciendo capas, portando lazos u otros aperos para cumplir sus pretensiones. Luego corresponderá neutralizarles y evitar que la Nación colapse más de lo que ya la Pandemia provocó y provoca.

 Del adagio popular: “En todo lado se cuecen habas”

 

 

Denis Fernando Gómez Rodríguez

Honduras; Centro América

21 de julio de 2021

1. A la espera de la llegada de Hossana Evangelina, a finales de mes. ¡Felicitaciones a Elaine y a Robert!

2.     2. A la espera de Denis Jr. En agosto nos hará debutar con Sandra, como abuelos. ¡Felicitaciones a Heather y a Denis!

   

Comentarios

  1. Buenas Noches Ing. DENIZ FERNANDO GOMEZ RODRIGUES , lo felicito por mantener Hodiando Nuestra Bandera ( pavellon Nacional ) y los Titulos que Identifican , el contenido de sus Artuculos ajustodo a lo Desarrollado

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