Entradas

Mostrando las entradas de 2018

del año que se va y...

... del año que viene Por estas coordenadas geográficas el año que nos deja ha sido como lo suelen ser siempre, caracterizados por escándalos provocados por el incremento de la corrupción y la impunidad que crecen como la inflación y que afortunadamente no puede ser “maquillada” como ésta última. Por acá las crisis políticas son un “ modus operandi ” y un “ modus vivendi ”, cuando no existen se provocan, porque dan vigencia a las personalidades que independiente del partido político se dedican a provocar y a reaccionar, de tal modo que los doce meses del año existan las mismas, con sus “beneficios” grupales o personales de siempre, evocando la emancipación del pueblo como sofisma permanente. A días del cierre del 2018 hemos visto con asombro como los dirigentes políticos (excepciones aplican) han persistido en pretensiones de engañar a la población en general, obviando que ya no es válido esgrimir que de cada 10 compatriotas, al menos 8 “pertenecen a los partidos centenario

aproximación de la propuesta de reformas electorales de la OEA

Llegó el día donde los consultores internacionales al amparo de la OEA y contratados por el Congreso Nacional de la República presentaran su propuesta de reformas electorales, como producto de final que busca interpretar y dar respuesta a las diferentes observaciones y recomendaciones de las Misiones Internacionales de observación electoral, a las inquietudes de los partidos políticos legalmente inscritos, a las propuestas de solución desde las organizaciones civiles que coyunturalmente intentan persuadir en la temática y la propuesta propia de los diferentes actores que han ejercido en calidad de Magistrados y Presidentes del ente rector electoral constitucional. El documento que ha sido entregado hoy busca reconstruir la credibilidad y la confianza de la ciudadanía hondureña, y se estructura en las reformas que requiere el ente rector electoral constitucional, las reformas a la participación comicial de los partidos políticos y los detalles técnicos que aseguren el cumplimie

40 años de la Socialdemocracia local

El 4 de diciembre de 1978 el entonces Tribunal Nacional de Elecciones decidió aprobar la inscripción del entonces denominado Partido Innovación y Unidad, luego de ocho largos años de negarle ese derecho, mismo que después del golpe de Estado al Ejecutivo por denominación de la Comisión de la Verdad y la Reconciliación, llevó al otro extremo de la expedita colaboración y facilitación de los requisitos de inscripción por parte del ente rector electoral, al grado de ahora contar con 10 institutos políticos y con la “amenaza” de contar de 4 a 6 nuevos partidos. La virtual amenaza por que en el inmediato futuro el Censo Nacional Electoral no será suficiente para ese eventual crecimiento en el número de partidos políticos y con la imposibilidad por suspensión constitucional del artículo 96 de la ley electoral que pretendía poner requisitos para que los institutos mayoritarios y minoritario no solamente nacieran, también murieran. Cuarenta años después la socialdemocracia sigue s

de vestir "ocre-medio"

El artículo 5 de la Constitución de la República donde habito, establece que el gobierno debe ser de integración nacional. En la práctica histórica se queda a nivel de declaración nada más, porque cada partido político que ha gobernado y gobierna no han cumplido, ni cumple con la máxima. Al contrario en la gestión pública se emplea uno de los mecanismos más “insignes” de los pueblos menos educados y menos democráticos, conocido como el sectarismo político. Ese sectarismo no reconoce valores democráticos, no acepta que los demás piensen diferente, descalifica y en ocasiones condena al “olvido”, al ostracismo a los opuestos, independientemente de sus competencias, sus conocimientos y sus experiencias. Lo anterior como patología propia del sistema   y de quienes obviamente, conforman los institutos políticos sean estos, centenerarios y longevos, minoritarios y en media edad y los otros minoritarios de nuevo cuño. Ante el desplazamiento forzado de la experiencia, del conocimiento

de querer tapar el sol con un dedo ¿?

Los adagios no son científicos, tampoco académicos, pero sus significados siempre encierran una verdad acerca de la vida real. Esa que vence la “ficción”, que a diario pretendemos construir, difundir y propagar con el propósito de invisibilizar, “maquillar”, esconder o en el peor de las patologías, borrar las crudas realidades que se derivan en cada uno de los rezagos económicos, sociales y políticos que nos conminan a transitar la vida con más desaciertos que aciertos y con la inculpación ideologizada e instrumentalizada, del resto, de los demás, menos de nosotros. Los que gobiernan y desgobiernan, los opuestos y contrarios con iguales condiciones y “destrezas” o ¿ineptitudes? cuando la coyuntura les favorece, se enfrascan en “querer tapar el sol con un dedo” cada uno de los problemas estructurales que la nación tiene y que la práctica nos indica, han sido “zanjadas” por aquellos que han desgobernado, sin asepsia alguna y menos inocuidad. Las culpas recíprocas por los retrasos,

¿del poder electoral?

Por estas coordenadas geográficas se van cumpliendo con algunas “premoniciones” como la del diálogo, que un minoritario sector de opinión identificó como “mortinato” (nacer muerto en medicina pediátrica), considerando con los comportamiento históricos y sistematizados de las actuaciones políticas en esa materia. En ese atasco, se mantienen el escenario de reformas políticas-electorales que cada uno de los partidos políticos originarios del conflicto y sus élites, con la suma de aquellos institutos que cogobiernan y han dejado su “identidad” e ideario a nivel de panfleto. Las reformas políticas-electorales se dividen en aquellas de orden constitucional y en las de orden de ley electoral y de organizaciones políticas que desde el 2004 intenta rectorar la justicia y transparencia en la justa comicial. Las constitucionales requieren dos legislaturas consecutivas, para su aprobación e inmediata ratificación. Entonces los tiempos en el 2018, se agotan y se “presupuesta” como escen

de la inteligencia emocional como carencia

El concepto de  inteligencia emocional  fue desarrollado por   Daniel Goleman, psicólogo norteamericano y se refiere a la capacidad para reconocer los sentimientos propios y los ajenos; por lo cual la persona es hábil para el manejo de los sentimientos en condiciones favorables o no. Es una competencia que se desarrolla entra la disyuntiva entre lo racional y lo emotivo, llegando a la incorrecta apreciación de que “a mayor educación formal (sobre todo), mayor inteligencia emocional”. La práctica cotidiana denota que tal habilidad, la de ser inteligente emocionalmente, no es de manera “obligatoria” directamente proporcional. En sociedades “polarizadas” como la que convivimos es pertinente, propicio y oportuno las personas de imagen pública y las anónimas también, “cultiven” y ejerzan esta competencia escasa que nos ayuda a bajar la intensidad de las discusiones y alegatos (no diálogos) que se dan en cada uno de los campos del diario vivir, con su génesis en la falta de educ

del desarrollo organizacional y partidos políticos

La democracia con partidos políticos sufre un desgaste y agotamiento propio de las actividades que toda organización, incluidas las políticas, padecen conocida técnicamente como entropía y consiste en la tendencia de un sistema a agotarse a medida que utiliza la energía de sus procesos e insumos hasta eventualmente llegar a un estado de desorden. Por estas coordenadas geográficas contamos con 10 institutos políticos legalmente inscritos ante la máxima autoridad electoral constitucional y se presume la petición de inscripción de cerca de 6 nuevos partidos. Como he mencionado anteriormente, nuestra democracia es electoral o mejor dicho electorera. En este sentido ocupamos partidos que sean robustos, reales y que verdaderamente representen los intereses de la mayoría, incluyendo al 30-40 por ciento de ciudadanos que han manifestado no tener filiación, simpatía y nexo alguno con la actual oferta electoral y la que se presume. El sistema político electoral cuenta con dos partidos

¿De la “segunda vuelta” partidaria?

La democracia electorera en la cual transitamos desde ya tiempo es aquella que requiere que sus partidos políticos sean reales, sean robustos y conciten la representación genuina de quienes se identifican como sus activistas, sus partidarios o sencillamente sus simpatizantes y que se alejen de esa disfuncionalidad que les provoca ser tramitadores del documento de identidad con fines políticos-electorales. En el año 2017 una encuesta realizada por el equipo de reflexión de los Jesuitas determino que, de cada 10 connacionales consultados, por aproximación matemática, cuatro manifestaron no tener ningún tipo de filiación con ningún partido político de los diez en la justa electoral. Este dato es contrario a lo que desde casi siempre se manejó por los parciales, que, de cada 10 personas, 8 o 9 pertenecían a los dos partidos políticos centenarios y longevos que dominaban la escena política hasta el 2009. El contrate anterior tiene una connotación que confirma entonces, el “deslave”

del "estrabismo" local

... El estrabismo es una enfermedad o trastorno que causa que los ojos no miren exactamente en la misma dirección al mismo tiempo. A las personas que padecen de esta disfuncionalidad se le llama “bizco” y tal defecto se corrige con el uso de lentes. Como una “teoría” muy personal, considero que después de la conquista, como sociedad, “heredamos” una acepción de la misma que nos ocasiona hasta la fecha, que siempre que buscamos con nuestra vista, en nuestros esfuerzos nativos, tengamos que “pensar” y de “buscar” otras opciones de solución a nuestros históricos problemas y se dirige la mirada hacia afuera, donde hablan y lucen diferente, porque siempre “el pasto del vecino es más verde que el nuestro” y ante la falta de logros y reconocimientos locales, nos alegramos con los de los “vecinos”, debido a que nosotros no solemos como regla avanzar, sino como excepción y nos quedamos y en el peor de los escenarios nos rezagamos y entonces nuestra mirada busca lo externo como la pana

De la independencia, pero también de la "dependencia"

Por acá se celebran 197 años de la declaración de independencia de Centroamérica de México que presumen el inicio del cumplimiento de la libre determinación de los pueblos como derechos humanos de tercera generación como se les conoce hoy. Desde ese septiembre se conmemora una cierta independencia del dominio y la injerencia de cualquier otro país y se establece la República libre, soberana e independiente. Pese a ese gran esfuerzo regional de ser independientes , no ha sido directamente proporcional a lo interno, no hemos todavía logrado independizarnos del acto de cambiar espejos por confianza y que han definido y siguen definiendo los modelos de conducta social forjados en la desvaloración de lo nuestro y la sobrevaloración de lo ajeno, en el engaño, el derramamiento de sangre, la farsa, la usura, la corrupción, la impunidad, la descalificación mutua y prematura, el sectarismo y de lo que ahora se conoce como cualquier otra denominación que usted y yo identifiquemos en la mod

del Síndrome de Estocolmo y ...

“El Síndrome de Estocolmo es una reacción psicológica donde la persona que es víctima de un secuestro , desarrolla una relación de complicidad y un fuerte  empatía  con su captor. La causa se debe a que malinterpretan la ausencia de violencia contra su persona como un acto de humanidad por parte del agresor. Las víctimas que experimentan el síndrome muestran regularmente dos tipos de reacción ante la situación: por una parte, tienen sentimientos positivos hacia sus secuestradores; mientras que, por otra parte, muestran miedo e ira contra las autoridades policiales o quienes se encuentren en contra de sus captores. A la vez, los propios secuestradores muestran sentimientos positivos hacia los rehenes” ( wikipedia ) . La manifestación del síndrome es considerada como trastorno mental y tres de cada diez personas secuestradas lo manifiestan como efecto postraumático La acepción política local se orienta a que el gran secuestrador del Estado ha cooptado la mayoría de las mani