De las elecciones primarias, de los partidos políticos y de los movimientos internos
A
propósito de elecciones:
De las elecciones primarias,
de los partidos políticos y de los movimientos internos
Con la Convocatoria del pasado 11 de septiembre de
2016, los partidos políticos legalmente inscritos en el sistema electoral
hondureños están obligados al cumplimiento de la normativa para elegir a sus
candidatos/as a cargos de elección popular que participarán en los comicios
generales de noviembre del mismo año.
Al 11 de noviembre de 2016, los partidos políticos deben
presentar la documentación que cumpla los requisitos para la inscripción de
cada uno de los movimientos internos que existan para someterse a la justa
interna.
De acuerdo a los registros históricos de los
últimos dos procesos del 2008 y 2012, los partidos minoritarios no realizarán
elecciones primarias por no contar con más de una corriente que le haga
competir.
Lo contrario presume será con tres de los cuatro
partidos mayoritarios, considerando la nueva conformación del mapa político
electoral hondureño que produjo los resultados de la elección general del 2013 y
de acuerdo al orden de los resultados, el Nacional, el Libertad y Refundación, el
Liberal y el Anticorrupción (pendiente de resolución por el ente rector en
materia electoral), ya tienen asomos de competencia interna.
De esa competencia interna se debe dirimir
que movimientos internos son los que realmente cuentan con el caudal político requerido
y suficiente para realmente competir; otros movimientos podrán convertirse en lo
que a través de la historia eleccionaria se conocen como movimientos internos
de “maletín”, por no alcanzar ni siquiera el mínimo de votos, que equivalga a
las firmas que respaldaron su solicitud de inscripción.
En las elecciones primarias del 2012,
participaron 14 movimientos internos de tres partidos políticos, de los cuales
cinco movimientos internos no alcanzaron los votos mínimos, lo cual, tuvo un “costo”
aproximado individual (mantenimiento de la democracia), en “voz alta”, de
L.53,571.42 (cincuentitres millones quinientos setenta y un mil, cuarenta y dos
Lempiras). Adicionalmente, esos “movimientos internos” recibieron las
credenciales en blanco, que eventualmente formaron parte del “mercado persa”,
en su versión local, con el tráfico/compra-venta de credenciales para los
miembros de las mesas electorales receptoras a propuesta de los partidos
políticos (de acuerdo al artículo 24 de la ley electoral actual). Lo anterior,
genera que una opción futura es que el Estado, no financié las elecciones
primaria y que cada partido lo haga de manera particular.
Para el próximo 12 de
marzo de 2017, se espera que cada uno de los movimientos internos que logren su
inscripción, superen la duda ciudadana que sean “movimientos de maletín”. En el
Partido Nacional los movimientos internos deberán al menos alcanzar 25,773 votos, en Libertad y Refundación
17,930, en el Liberal 16,520 y en el Partido Anticorrupción 8,369. Aquello movimientos que no
alcancen el “umbral mínimo”, sustentarán la hipótesis de “maletín” y la de
traficantes de credenciales de mesa electoral receptora, entre otros "epítetos".
En condiciones ideales, a futuro, aunque por
lo pronto, ni siquiera con asomos, los/as legisladores/as deben considerar
sanciones, como la inhabilitación de sus propulsores por al menos cuatro años y
la multa por el monto promedio del financiamiento total de la justa comicial
primaria, para aquellos movimientos internos que no alcancen la expectativa de
su conformación y por lo tanto se constituyan en un antecedente de "malgasto" electoral.
Con las condiciones económicas de País, el
Estado y su gabinete económico, los partidos políticos y el Tribunal Supremo
Electoral, deben tomar decisiones políticas para orientar esfuerzos porque en la
celebración de eventos comiciales, la participación e inclusión no sea
directamente proporcional al “costo de mantenimiento de la democracia”, como
menciona D. Zovatto (experto electoral argentino) y se promuevan procesos
comiciales sostenibles y sustentables. De igual, transparentes… y creíbles
Denis Fernando Gómez Rodríguez
Septiembre 16 de 2016
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